Esta entrada la publiqué en mi Space el 18 de octubre de 2008. Como voy a borrarlo, la "recuelgo" aquí y le doy algo de vidilla a la sección:
Esta ópera está basada en la novela "La novia de Lammermoor", de Walter Scott
-Sir Walter, si no os importa, señora.
Vaalee, de Sir Walter Scott. La música es de Gaetano Donizetti (que no es sir que yo sepa, ni falta que le hace) y el libreto de Salvadore Cammarano.
Podéis ver el argumento en serio aquí.
ACTO PRIMERO: Escocia, allá por el Siglo XVII
Escena primera: Entran Normanno y Enrico
NORMANNO: Ya sabes que soy incapaz de matar una mosca, pero... me han contado una cosita...
ENRICO: ¿Qué cosita?
NORMANNO: Que tu hermana se ha liado con Edgardo.
ENRICO: ¿Con ese psicópata que juró que ahorcaría a toda nuestra familia con sus propios intestinos?
NORMANNO: ¡Hoy en día llaman psicópata a cualquiera!
ENRICO: Pues estamos metidos en un lío, porque yo pensaba buscarle un novio rico a la cría a ver si salimos de la ruina... En fin, ya pensaré algo.
NORMANNO: Porque de ponerte a trabajar, mejor no hablamos, ¿verdad?
ENRICO: Tú te has fumado algo, ¿verdad?
Escena Segunda: Lucia y su amiga Alissa están al lado de una fuente.
(ALISSA: La verdad, no sé qué pinto en esta ópera. Porque yo en el libro no salía, ¿saben?
DON GAETANO: Es que tuve que inventarte porque Lucia tiene que contar su pesadilla y la leyenda del fantasma de la fuente, y no se me ocurrió otra manera...
SIR WALTER: Creo que voy a comenzar a afilar mi claymore.
DON GAETANO: Glups.
LUCIA: ¿Puedo cantar ya?
DON GAETANO: Sí, nena, canta, canta...)
LUCIA: Alissa, he tenido una pesadilla horrorosa.
ALISSA: ¿Esa en la que ibas a besar a George Clooney y entonces se convertía en El Fary?
LUCIA: Peor. Ya sabes que estoy saliendo en secreto con Edgardo, porque si mi hermano se entera le corta los "huitos".
ALISSA: Por eso de que vuestras familias se odian y tal.
LUCIA: Pues he soñado que se me aparecía el fantasma.
ALISSA: ¿El de los ojos azules?
LUCIA: ¡No, imbécil! ¡El de la chica que un antepasado de Edgardo mató en esta fuente en un ataque de celos!
ALISSA: ¿Lo has hablado con tu psicólogo?
LUCIA: El muy cabrito está de baja por depresión.
LUCIA: ¡Viene Edgardo! ¡Largo de aquí!
(ALISSA (marchándose): Y esta es la última vez que me verán en esta ópera. ¡Adiós, público!
TENIENTE PINKERTON: Hola, chata, ¿estudias o trabajas?
ALISSA: Mi mamá me dijo que no hablara con singermornings
PRÍNCIPE RHAEGAR: ¿Alguien hablaba de mí?
SIR WALTER *Sigue afilando su claymore*
DON GAETANO *pálido*: ¿Podemos seguir con questa ópera, per fa-vo-re?)
EDGARDO: A te rivengo, mia dolce Aiiiidaaaa...
LUCIA: Te has equivocado de ópera, memo.
EDGARDO: Ya decía yo que esta ropa de egipcio era demasiado fresca para este clima.
LUCIA carraspea.
EDGARDO: ¡Oh, amor mío, te traigo terribles noticias!
LUCIA: ¡Se han puesto de moda los mini-kilts con botas altas!
EDGARDO: Peor.
LUCIA: ¡Los maxi-kilts con botines!
EDGARDO: ¡NOOO! ¡Que me tengo que ir de Escocia!
LUCIA: ¡Oh, no! ¿Por qué?
EDGARDO: Una misión diplomática o algo así. Pero antes de irme me gustaría solucionar ese ligero conflicto entre nuestras familias...
LUCIA: ¡Imposible! Mi hermano nunca dejaría que me casara con uno del Celtic. Ya sabes que somos del Rangers de toda la vida.
EDGARDO: Entonces, mejor me voy sin hablarle del tema, ¿no?
LUCIA: Sí, así será más dramático.
EDGARDO: En fin... ¿Me esperarás con tu bolso de piel marrón sentadita en la estación?
LUCIA: Si no me sale nada mejor que hacer...
SEGUNDO ACTO
En el castillo de Lammermoor
ENRICO: Mira, hermanita, tu Edgardo no va a volver. Así que será mejor que te cases con Arturo que es guapo, rico y muy simpático. ¿Te he dicho ya que es muy rico?
LUCIA: ¿Y podré beneficiarme a los de la Tabla Redonda?
ARTURO: Ya empezamos con la bromita...
ENRICO: ¿Eso ha sido un sí?
LUCIA: Ni de coña. Le prometí a Edgardo que le esperaría y nos casaríamos cuando volviera, y lo haré.
ENRICO: ¿Te casarías con un tío que ha jurado matarme?
LUCIA: ¡Oh, pero no hablaba en serio! Es que se había pasado un pelín con el Juanito Caminante.
ENRICO: ¡Te está poniendo los cuernos! ¡Le han visto saliendo de una fiesta con Madame de Montespan! ¡Muy acarameladitos!
LUCIA: Calumnias de los papparazzi que no tienen nada que hacer.
ENRICO: ¡Pooor favooor! ¿Serviría de algo que te recordase la memoria de nuestra mamma, que nos van a embargar el castillo y que no tenemos un duro?
LUCIA: No habértelos gastado en las tragaperras.
ENRICO: ¡O te casas con Arturo o te denuncio a la SGAE y te quedas sin e-mule!
LUCIA: ¡NOOOO! ¡Vaaaleee, me casaré, pero que conste que lo de beneficiarme a sus caballeros iba en serio.
ARTURO: Mami, ¿por qué no me llamaste "Borja Mari"?
EDGARDO (entrando tras dar tremenda patada a la puerta): ¡Al suelo todo el mundo! ¡Nunca nos quitarán la libertaaaaad!
ENRICO: Pero de momento ya te han quitado la novia.
EDGARDO: ¿Lo cualo?
ENRICO: Que Lucia acaba de comprometerse con Arturo, así que ya te puedes ir marchando.
EDGARDO: ¿Mi Luci va a ser Reina? ¡Mooolaaa!
ARTURO *Sollozando mientras busca algo afilado para cortarse las venas*: Te odio, mami.
LUCIA: Ed, se supone que debes cabrearte. ¡Que te he dejado por otro, rediez!
EDGARDO: Ah, sí, cierto. ¡Traidora! ¿Cómo pudiste hacerme esto a mí, yo que te hubiera querido hasta el fin? ¡Sé que te arrepentirás!
LUCIA *señalando a Enrico*: Él me obligó.
ENRICO: ¡Eh, que yo solo cumplía con mi función narrativa!
EDGARDO: Me voy, pero esto no quedará así. *portazo*
Lucia se desmaya.
TERCER ACTO
Escena primera: Siniestras ruinas, cementerio abandonado, noche de tormenta. Edgardo vaga desesperado entre las tumbas. A lo lejos, aúlla el westy del vecino.
EDGARDO: ¿Caben más tópicos en menos líneas?
(SIR WALTER: En mi versión era un lobo...)
EDGARDO: ¿Quién anda ahí?
ENRICO: Yo, que vengo a retarte a un duelo.
EDGARDO: Vale, a las siete de la mañana en el Bois de Boulogne. Pero deprisita que luego he quedado con otros dos para lo mismo.
ENRICO: ¿Eso no queda un poco lejos?
EDGARDO: Vaaalee, pues a las doce. Ahora vete y deja que me deprima a gusto.
ENRICO: Emo de mierda...
Escena segunda: Salón del castillo.
INVITADOS: Dale a tu cuerpo alegría, Macarena...
OBISPO: ¡Detened la fiesta!
INVITADOS: ¿Ahora que iba a comenzar la barra libre?
OBISPO: Amigos, ha habido una terrible tragedia.
INVITADOS: ¡El Whiskey es de garragón! ¡Lo sabíamos!
OBISPO: ¡NO! Lucia se ha vuelto loca y ha matado a su marido. Mirad, ahí viene.
LUCIA: ¡El Fantasma de los Ojos Azules! ¡Veo una pierna de cordero! ¡Me dijeron que Edgardo estaba muerto, pero me engañaron! ¡Le confundieron con un Pepino!
INVITADOS: Sí que está mal, sí.
Lucia se muere.
OBISPO (a NORMANNO): ¡Todo esto es por tu culpa, chivato!
NORMANNO: ¡Pero si soy incapaz de matar ni a una mosca!
INVITADOS: ¡Todos al cementerio!
Escena tercera: De vuelta al cementerio. Edgardo sigue vagando entre las tumbas. El westy sigue aullando.
EDGARDO: Me aburroooo...
INVITADOS: No, el entierro de tu ex.
EDGARDO: No, si ya sabía yo que una ópera no podía acabar bien. En fin, un personaje tiene que hacer lo que tiene que hacer. (Saca un puñal y se lo clava en el corazón)
INVITADOS: ¿Otro muerto? ¡Menos mal que ya estamos en el cementerio!
FIN