Como esta es la única entrada en la que alguien le dio al botoncito de "mola", he decidido hacer otra del mismo estilo. Preparad vuestros pañuelos porque esta va de música triste. Muuuuy triste.
Desde Escocia, Karen Matheson nos cuenta la historia de una chica que echa de menos a su novio ahogado (para variar, esta vez fue un naufragio, no un asesinato):
Esta versión también es muy bonita.
La última composición de Turlough O'Carolan. Se dice que después de tocarla, se murió:
También se puede escuchar la versión para violín y para mandolina. Aunque esta última no suena tan triste como debería.
Una canción basada en una historia real:
Una canción basada en una historia real:
Y volvamos a nuestro continente:
Un hombre y su hijo pequeño son perseguidos por un elfo un poco psicópata. Y es que cuando un centroeuropeo se pone trágico, se pone:
Y una canción que da mucha penita, teniendo en cuenta quién dice la leyenda que la compuso y a quién estaba dedicada:
Y, para acabar de hundiros, probablemente la canción más triste de todos los tiempos. He buscado la versión con letra incorporada para que apreciéis todo su lagrimoso esplendor:
Jo, que alegrías, chica, casi mejor me espero a mañana, que ya habré cumplido los treinta y ya no me quedará otra que aceptarlo.
ResponderEliminar¡La crisis de los treinta! ¡Qué tiempos aquellos! (suspiro).En fin, se ve que soy la única que como pasó todas sus crisis de madurez a los nueve años, las sucesivas ya no le afectan (la crisis consistió en un megaberrinche al grito de: "¡Yo quiero tener ocho años para siempre, como Heidi! ¡Buaaaa!").
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