Mañana se celebra en esta santa ciudad la feria de Santa Catalina. Esta feria se celebra desde la fundación de Vila-real, allá por 1274. Jaime I nos concedió el derecho a celebrar una feria anual con la condición de que no coincidiera la fecha con la de Castellón ni con la de ningún otro lugar de los alrededores de Burriana. Y, entre todas las fechas del año, nuestros gloriosos antepasados escogieron el domingo siguiente a la festividad de esta santa. Como la señora se celebra el 25 de noviembre, la feria acaba celebrándose el último domingo de dicho mes (aunque hay un poco de polémica con este tema, porque algunos historiadores dicen que debería celebrarse la feria el domingo más cercano a esa fecha, sea el siguiente o el anterior).
El que la feria se celebre en estas fechas tiene una incómoda consecuencia. Y es que ese día, casi seguro que va a ocurrir una de estas cosas:
a) Frío polar.
b) Lluvia.
c) Vientos huracanados.
d) Todo lo anterior, al mismo tiempo y en abundancia.
En sus orígenes, la feria consistía en el intercambio de nuestras materias primas por materiales manufacturados, especialmente textil. Con el paso de los años, se ha convertido en un megamercadillo, donde se venden productos de artesanía y juguetes, los niños de las escuelas y de los Institutos de Enseñanza Media ponen una "paraeta" para sacar dinero para el viaje de fin de curso, y los más golosos anticipan la Navidad comprando los primeros turrones y mazapanes de Benlloch, dátiles y frutos secos (eso era antes de que los supermercados se pusieran en plan cansino), bisutería, ropa y bolsos de imitación, y cómo no, el inevitable "top manta".
La tradición es que en Santa Catalina se estrene ropa, y que los niños visiten a sus tíos y abuelos para que les "hagan de feria", o sea, que les den pequeñas cantidades de dinero para gastárselas en la feria. También es tradicional que estén abiertas todas las tiendas, a la caza y captura de consumidores compulsivos, y que sea el día en que se encienden las luces de Navidad.
Nuestro Excelentísimo Ayuntamiento, siempre empeñado en convertir esta nuestra ciudad en la nueva Meca del Turismo, ha pedido la declaración de esta feria como Fiesta de Interés Turístico Provincial, y a tal fin quieren controlar más qué se vende en "les paraetes" . Ya veremos si lo consiguen.
Y, para rematar, una dulce sorpresa. Mi páncreas se ha puesto a gritar pidiendo auxilio al leer la receta (moscatel, yema, almendra, canela y azúcar, según la edición en papel del periódico). Mis glándulas salivales, que son unas irresponsables, se han puesto a funcionar. A ver quién gana mañana.
Nuestro Excelentísimo Ayuntamiento, siempre empeñado en convertir esta nuestra ciudad en la nueva Meca del Turismo, ha pedido la declaración de esta feria como Fiesta de Interés Turístico Provincial, y a tal fin quieren controlar más qué se vende en "les paraetes" . Ya veremos si lo consiguen.
Y, para rematar, una dulce sorpresa. Mi páncreas se ha puesto a gritar pidiendo auxilio al leer la receta (moscatel, yema, almendra, canela y azúcar, según la edición en papel del periódico). Mis glándulas salivales, que son unas irresponsables, se han puesto a funcionar. A ver quién gana mañana.
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