O sea, cosas raras que me encuentro paseando por la calle.
Como aquesto:
¿Es cosa mía o estos dos logos se parecen mucho?
Y luego está esto:
Me ha salido la foto algo borrosa (cosas de hacerla en un centro comercial, con luces de neón y preocupada por si me pillaba el de seguridad y se creía que iba a robar o algo), así que os digo más o menos lo que pone en el circulito: "Los libros que les gustan a Bella y Edward". Pues si alguna crepusculoca espera encontrar un Heathcliff con colmillos se va a llevar un gran chasco. Aunque siempre hay esperanza: existe una pequeña probabilidad de que una de esas chicas (o chicos, que alguno habrá) compare y acabe leyendo literatura de verdad. Además, seguro que a Emily le gustaría la idea (a Jane me temo que no tanto).
Y, para terminar, la joya de la corona. El regalo que les haría las próximas Navidades a los hermanos Winchester (si existieran y les conociera lo suficiente para tomarme esas confianzas, claro), que esta temporada parece que les está haciendo falta:
Bromas aparte, si alguien cree en serio que este cacharro funciona, me temo que nuestra especie va a cuesta abajo, a toda pastilla y sin frenos.
Las portadas crepusculeras de los clásicos los había visto antes (de hecho, vienen de la edición nueva anglosajona). Tiene su mala baba porque Cumbre borrascosas todavía tiene el punto absurdo/tremendista como para que las conviertan en un pre-crepúsculo, pero ¿¡Orgullo y Prejuicio!? ¡Si es la novela romántica con más sentido común de la historia!
ResponderEliminarComo maniobra de marketing no tiene precio, pero las fans fatales de la dichosa novela de vampiritos no son capaces de juntar más de dos letras, si una de ellas no es "Bella" o "Edward".
^Lo que dijo.
ResponderEliminarClaro que los de la editorial que publicó al sueco muerto de la Salander ahora sacan todos los tomos con una maquetación de cubierta similar, así que...
Precisamente la que más me llamó la atención fue "Orgullo y prejuicio", por lo que dice Renaissance, y porque las novelas de Jane Austen, a pesar de lo que pueda creer quien solo haya visto las películas, tienen una carga de mala leche (todos sus finales felices son en plan "sí, pero...") que no creo que las crepusculocas sean capaces de digerir. Eso sí, como maniobra comercial es muy buena. Ahora la gran incógnita es: ¿se atreverán a ponerle una de esas portadas a "Drácula"? Mejor no, no sea que las niñas descubran lo que es un vampiro de verdad...
ResponderEliminarLo de los "llamadores de ángeles" ya hace tiempo que ronda por ahí. Pero curiosamente, cuando empezaron a aparecer en tiendas hippioso-buenrollistas, el nombre que les daban era "atrapaángeles"...
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