Como últimamente estoy muy monotemática con cierta serie, y no quiero que mis lectores rusos se aburran, toca una de esos artefactos con letras.
La verdad es que llevo una temporada poco lectora. Cosas de la vida 1.0, que te quitan tiempo de las cosas importantes. Aunque puedo decir que "poco pero bueno".
Frankenstein desencadenado, de Brian Aldiss:
Después de una guerra nuclear o algo así, el continuo espacio-tiempo se ha ido a comprar tabaco y no ha vuelto, de forma que puedes estar merendando tranquilamente en tu jardín y de repente encontrarte en la Edad de Piedra sin haberte movido del sitio. Eso le pasa al protagonista de este libro, solo que termina viajando a una especie de Siglo XIX paralelo donde conoce a Víctor Frankenstein, a su autora (con la que incluso tiene un rollete) y acaba convirtiéndose en un personaje más de la novela. No está mal escrito, pero no me funcionó la suspensión de la incredulidad en ningún momento.
A punta de espada, de Ellen Kushner
La parte de intrigas políticas es bastante aburridilla por no decir tonta (sigo sin entender por qué es tan trascendental quién se va o se queda en la ciudad) y la acción tarda en arrancar, pero la ambientación está muy lograda, aunque esto de género fantástico tiene que la ciudad es inventada, porque no hay ni rastro de otra señal de "fantaseo". Como nota más positiva, me quedo con la historia de amor entre los dos protagonistas. Al final de la novela se incluye una breve continuación en forma de dos relatos cortos (el segundo me encantó). Tengo entendido que tiene dos continuaciones, a ver si me hago con ellas.
Elantris, de Brandon Sanderson
Uau. O sea. Uau. ¿Dónde ha estado este hombre toda mi vida? ¡Me encanta este libro! Los aones, la Shaod, el Wyvern, y sobre todo Raoden. ¡A la porra los vampiros! ¡Poned un Raoden en vuestra vida!
No os cuento de qué va porque prefiero que la leáis vosotros mismos.
Némesis, de Lindsey Davis.
Damas y caballeros (supongo que se os puede llamar así), lamento comunicar que la señora Davis nos ha hecho un Conan Doyle. Quiere dedicarse a la novela histórica, concretamente a una serie sobre la guerra civil inglesa (ya sabéis, Crowley, Azirafel, Castiel Cromwell, los Estuardo, el Agujero del Infierno, Lorna Doone...) y por ese motivo ha abandonado a mi romano favorito. Al menos, no lo ha tirado por unas cataratas, y a pesar de que al final del libro pone FIN, no pierdo la esperanza de un spin-off con la hijastra britana en plan Laura Holt durante el mandato de Domiciano.
Snuff, de Terry Pratchett.
¡Por fin! ¡Casi alcanzamos el ritmo de publicación británico! Bueno, esta es una novela de Vimes (y de Sybill) y con esto está dicho todo. Incluso hace un breve cameo el Capitán Zanahoria. Resulta que Sybill convence a Sam de tomarse unas vacaciones y conocer el hogar ancestral de los Ramkin, ya sabéis, la típica mansión inglesa que sale en las series de época de la BBC. Como es de esperar, Sam se encuentra con un asesinato. Imposible olvidar cosas como el "Portento de Chichi", o el libro más maravilloso de todos los tiempos, que casualmente está a la venta (solo en inglés): El maravilloso mundo de la caca.
El hombre invisible, de HG Wells:
Ahora mismo voy por la mitad de "La guerra de los mundos". Solo puedo decir que de momento no hay nada que no me haya gustado en este tomo de cuatro novelas. Grande, muy grande.
Por cierto, ¿creíais que os ibais a librar? ¡Vídeo de Juego de tronos al canto! (mwahahahaha)
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De Brian Aldiss había leído la segunda parte de ese libro, Drácula desencadenado, que la verdad, no me gustó nada de nada. Me pasó lo mismo con no funcionar la suspensión de la realidad.
ResponderEliminarEs que lo de echarle la culpa a las bombas atómicas de la "avería" del espacio-tiempo me mató. Para esa clase de explicación, mejor dejarlo en el misterio.
EliminarBuenas Condesa. Una pregunta ¿cuántos libros te lees por mes? Es que hace tiempo que veo tus entradas de libros y son muchos. Ni en mis mejores años leí tanto (y leía bastante). Se agradece la respuesta :D
ResponderEliminarPues dos o tres, creo. Pero no es tanto mérito, me paso aproximadamente una hora al día en autobús, y desde que tengo libro electrónico ya no miro por la ventanilla. Por otra parte, tengo facilidad para leer deprisa (por eso nunca he tenido problemas con las series o películas en VOS).
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