¿Os acordáis de Bolita mi jilguero psicópata?
Pues ayer por la noche, mientras cenaba, me di cuenta de que Keko levantaba la cabeza y olfateaba con mucho interés por donde está la jaula de Bolita. Miré desde mi silla y no vi a Bolita en su lugar habitual (la barrita al lado de la bebedora), así que me acerqué a mirar.
El pobre Bolita estaba muerto en el fondo de la jaula.
Ignoro qué le ha podido pasar. Tenía agua y comida, y no le habíamos visto hacer bola ni mostrar ningún síntoma de enfermedad. Incluso había estado cantando por la tarde.
En fin, supongo que ya era viejo y le tenía que pasar. Eso no evita que me dé mucha pena.
No he querido tirarle a la basura, más que nada para que Keko no se apoderara del cadáver y se lo comiera. Primero pensé en enterrarlo bajo una palmera, pero luego he pensado que allí corría el peligro de que le ocurriera lo mismo, y encima con un perro desconocido.
Así que le he metido en una bolsita de plástico y le he dejado en una papelera del Paseo.
Le he sugerido a Señorpadre que nos compremos un loro y le enseñemos a decir: "¡¡Keko, baja del sillón!!" No está muy conforme.
Mi primo ya está avisado del fallecimiento a ver si nos proporciona otro bichito. Ya os iré contando.
RIP, Bolita. Nunca te olvidaremos. Nunca cantaste bien, pero al menos lo intentabas.
¡Descansa en paz, Bolita! A ver si ahora el pobre jilguero se reencarna en algo mejor.
ResponderEliminarSería genial que se reencarnara en un águila.
Eliminarvaya, lo lamento mucho
ResponderEliminarAún miro a su jaula cada vez que entro en la cocina. No me esperaba echarle tanto de menos. En fin, al menos tengo a Keko...
EliminarKeko también debe echarlo de menos, apoyénse mutuamente. Y mi consejo de siempre (que no he seguido) para los que pierden mascotas. Lo más pronto posible tráete otro pajarito a casa, te ayuda a sobrellevar el duelo, te mantiene ocupada y haces una buena obra. Nunca hay que desperdiciar nuestro cariño cuando hay alguien que puede necesitarlo.
EliminarLamentablemente, debo decir que Keko siempre vio a Bolita más como un aperitivo que como un posible amiguito. Del pajarito nuevo ya hablaré con mi primo. A mi me gustaría tener un periquito y tenerlo suelto por el comedor, como hace mucha gente, pero con ese pequeño caníbal en casa es imposible, así que seguro que acabo teniendo otro jilguero.
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