Como ya os conté hace unos meses (aunque ahora no encuentro la entrada porque no recuerdo el título), fui nombrada ayudante de las chicas de ese inmenso mar de maldad a pequeña escala llamado Disciplina Urbanística (a partir de ahora, D.U.). Mientras ellas lidian con los frikis, yo hago el trabajo rutinario como hacer índices y ordenar documentación para que puedan encontrarla fácilmente cuando les pidan algo.
Una de las cosas de las que se encarga la D.U. es la limpieza y desratización de solares. Sí, es lo que estáis pensando: borrar del mapa a los "mardito roedore" que infestan los solares de esta nuestra turística ciudad.
Lo habitual es que la instancia en la que el ciudadano denuncia los hechos se limite a decir que en el solar que hay en la calle tal número cual hay ratas. Pero algunos le echan más imaginación.
En una instancia, un ciudadano se quejaba de que en el solar al lado de su villa había ratas y serpientes. Dramáticamente especificaba: "En estos momentos hay una culebra mirándome desde mi seto".
Confía en miiiii... |
Pero otro llevó el drama aún más lejos. Ni corto ni perezoso, capturó una de las ratas, y medio atontada por el golpe, la trajo al Ayuntamiento, concretamente a la Sección de D.U., para que creyéramos su palabra. Mientras la compañera que le atendió, pálida pero flemática, escuchaba sus quejas, el resto de la oficina estaba refugiada en uno de los despachos de los técnicos y de vez en cuando asomaban la cabecita para preguntarme si el tipo ya se había ido (como de costumbre, yo no me estaba enterando de nada, es mi sino). Sí, el tipo se fue... directamente a Alcaldía. El grito de la asistente del Alcalde resonó en todo el edificio. Estoy segura de que la señora pidió la jubilación por no volver a vérselas con semejante elemento, como si no hubiera bastante con la loca de la chimenea.
-Es que mi gata está atontada y no les hace nada - dijo el señor entre otras cosas.
Adjunto imagen de la susodicha gata:
¿Cazar ratas? ¡Eso es para plebeyos! |
Creo que en el momento en que se presentó la denuncia se debería haber considerado la cuestión de que si estos animales nacen, crecen, se reproducen y mueren en el mismo lugar, o sean, son nativos de mi parcela -cosa difícil porque no voy a alimentarles- o es que se encuentran muy a gusto celebrando botellón.
Roedores botelloneros. |
¡Y hay quien dice que el trabajo de funcionario es aburrido!
¿Pero no que las culebras se comen a las ratas? ¿Cómo conviven? Nosotros tenemos también plaga de ratones. Hay dos tipos, chicos de cola larga y portadores del virus Hanta, y grades com gatos (se les conoce como pericotes o "guarenes"). En casa de mi madre que vive en el campo, los guarenes se hicieron cargo del solar, y eso que tiene cinco perros ratoneros. Sus gatos son como la gata de la lima, no se rebajan a perseguir a un roedor. Mi gato Mauricio (QEPD) era digno hijo de CAsa Lannister y aunque no los mataba, los mantenía a raya. No hay manera de salir de las ratas, el veneno se lo come siempre un inocente (en este caso la perra siberiana Jade, y me costó el equivalente de 400 dolares salvarla)eluden las rampas y muerden a gatos y personas que los persiguen a escobazos.
ResponderEliminarEn teoría, las culebras deberían comerse a las ratas, en efecto, pero o estas ratas son demasiado fuertes o las culebras demasiado exquisitas.
EliminarAquí, más que plaga de ratones lo que tenemos es plaga de gente exagerada y quejica.
El problema con las ratas es que acaban haciéndose resistentes al veneno, las muy cabronas. Y tampoco es plan de esperarlas con un rifle. Lo único que podemos hacer contra ellas es extinguirnos (al contrario de la creencia popular, si nuestra especie desapareciera, no durarían ni dos días, están demasiado acostumbradas ya a vivir de nosotros).
Recuerdo un día en que un ratoncito se coló en casa. Mi anterior gato al verlo salió huyendo despavorido en dirección contraria...Al igual que lo de las ratas que sobrevivirían, eso de los gatos cazadores de ratones debe ser un bulo que la especie se ha inventado para que sigamos manteniéndola.
ResponderEliminarIgual para los que no se llevan bien con esos bichos debió ser un mal trago, pero lo del paisano presentando indignado al roedor es hilarante.