domingo, 26 de diciembre de 2010

Yo también pongo deberes

Illuminatus, en esta entrada da una lista de peliculones clásicos que (palabras literales) "hay que haber visto para no ser un ignorante iletrado imbécil" (las demandas a él, yo solo le cito).

Estoy de acuerdo con todas (bueno, "La dalia azul" no la he visto, no soy muy fan de Alan "taponcete" Ladd, aunque estoy de acuerdo con que Veronica Lake era "un bollito"), pero me apetece añadiros unas cuantas más. El orden en el que están es completamente aleatorio, no están ordenadas por calidad, año de rodaje ni nada de eso, simplemente por el orden en que me han venido a la cabeza.

"La diligencia". A todo aspirante a director de cine habría que atarle a una silla y obligarle a ver esta escena, para que aprendiera dos cosas: cómo se convierte a un secundario de serie B en una estrella de cine, y de paso, cómo demonios se utiliza el zoom para no ser un pedante cansino (sí, Kevin Costner, va por ti):



Puede que Aristóteles llegara a escribir su libro sobre la comedia, aunque terminase perdido en un ignoto monasterio italiano, pero podría habérselo ahorrado. Estos cinco minutos de "Ninotchka" valen por cincuenta tratados filosóficos. Señoras y señores, les presento a la comedia (después de todo, el guión es de Dios en persona):

 



La versión Disney de "La bella y la bestia" es muy bonita, pero la de Jean Cocteau es mejor,  más fiel al cuento de Madame de Beaumont, y, sobre todo, esta Bella tiene mucho más mérito que la de Disney (la Bestia de esta versión es bastante asquerosilla, aunque Jean Marais estaba más bueno que el príncipe de la versión animada -por algo estaba liado con el director-):



Se atribuye a Alfred Hitchckok la frase: "No hagas nunca películas con niños, perros ni Charles Laughton" (luego alguien lo suavizó extendiendo la referencia a "actores ingleses" en general). Laughton hizo caso al Maestro en dos terceras partes. Viendo "La noche del cazador", una se pregunta, "¿Por qué demonios no dirigió más películas este hombre"?:




Tras el estreno de "Sunset Boulevard", Billy Wilder tuvo que oír  de Louis B. Meyer la famosa frase "Nunca volverás a trabajar en esta ciudad". Por suerte para nosotros, no ocurrió así. 



Por cierto, Wilder, ese cabroncete destructor de mitos (nunca le perdonaré que dijera de Marlene que en su vida privada era una maruja aficionada a meterse en la cocina en batín y zapatillas a hacer strudel de manzana), contó que Gloria Swanson era lo contrario de su personaje, una señora encantadora, puntual y toda una profesional. Me temo que sé en quién estaba pensando cuando lo dijo...

El cine clásico tiene cosas rarísimas. Lubistch dirigió una película que parece de Capra. Y Capra dirigió un pedazo comedia que parece de Howard Hawks. Atención a las caritas de Cary Grant cuando descubre a qué dedican sus dulces tías el tiempo libre en "Arsénico y encaje antiguo" (el título que le pusieron en España es un spoiler como un rascacielos).

 

Raoul Walsh era grande cuando hacía películas de gangsters (esta está en la lista de Illuminatus, pero ¿quién puede no querer ver este final tan explosivo?). ¡A la mierda con el Código Hayes, Vic Pardo es un gilipollas!:
 


Pero si algo se le daba de muerte a este señor eran las películas de aventuras. Seguro que el rigor histórico de "El mundo en sus manos" (empezando por Ann Blyth) es igual o menor que cero. Pero, ¿a quién le importa si puede ver esta carrera de barcos? Llamadme hereje, pero en estos diez minutos de transparencias  tal vez un poco "cantarinas", hay más buen cine que en las casi tres horas de "Titanic" (*huye a esconderse de las fangirls furiosas*):


La calidad de imagen y sonido es horrorosa, tened en cuenta que está grabado de La2 antes de que existiera la TDT.

Bueno, casi todas estas películas están disponibles en youtube, si no queréis comprarlas o sacarlas de la biblioteca más próxima (tratándose de clásicos, el videoclub está descartado), así que si os aburrís de tanta programación navideña empalagosa con "artistas" promocionando sus discos en riguroso directo en cuatro cadenas a la vez, ahí las tenéis. Para que sepáis dos cosas: una, que el cine ya existía antes de Spielberg, y dos, que donde hay guión, no mandan efectos digitales.


1 comentario:

  1. Me parece fatal que pongas justo la escena final de al Rojo Vivo. Eso si que es un spoiler malsano.

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