Señoras que...

Una de estas tardes, más o menos a la hora de la puesta del sol, mientras Señorpadre y yo paseábamos, vimos a una señora.

Estaba esperando, bolsa de plástico en mano como buena ciudadana, a que su perrito terminase de vaciar sus intestinos al lado de un árbol. Hasta aquí todo normal.

Lo curioso es que la señora estaba cantando el "Himno a la Alegría", versión Miguel Ríos (lástima, hubiera sido ya la "rejostia" que lo cantase en alemán). Y cuando digo "cantando" quiero decir justamente eso. La señora no canturreaba, ni tarareaba, ni silbaba. Estaba cantando a grito pelado como si estuviera en un karaoke.

Señorpadre dijo que igual le estaba cantando al perrito para que cagase más deprisa.

Yo en aquel momento lamenté no tener Caralibro. Podría haber creado el grupo "Señoras que cantan para que cague el perro".

A veces creo que me estoy perdiendo muchas cosas de la vida (suspiro).