viernes, 18 de diciembre de 2020

¡La Tortuga es meneja!

Supongo que después de tantos años leyendo este mi blog, no será ninguna sorpresa para nadie mi condición de kevin. No, no soy un chico de quince años, aunque aún tenga algunos granos. La piel grasa es lo que tiene, te protege de las arrugas pero a cambio tienes el acné para toda la vida, aunque desde que soy una SEÑORA la cosa ha mejorado mucho. Bueno, vayamos al grano (guiño-guiño codazo-codazo).

Supongo también que a estas alturas todo el mundo sabe que este ha sido un año bastante "mierder". Pero incluso en los peores momentos hay luz en medio de la oscuridad, y la probabilidad de que una posibilidad entre un millón salga bien es del noventa y nueve por ciento, o algo así.

Ahora es cuando me pongo en modo abuela Cebolleta y os cuento mis batallitas de lo complicado que era en los Muy Viejos Tiempos conseguir los libros del Mundodisco, os hablo de los Largos Años Oscuros en los que no se publicaba en este santo país. Y no me habléis de Martin, por los cuernos del Gran Om. La gente que está esperando "Vientos de invierno" (yo ya he dejado de esperar, para qué, será por falta de libros, hola señor Sanderson) puede consolarse pensando que al menos nadie más lo puede leer, y mal de muchos epidemia (huy, lo que he dicho), pero nosotros los kevins sabíamos que el Maestro seguía publicando dos libros al año y nosotros no los podíamos conseguir por medios legales, y menos aún traducidos.

Así que no pude evitar emocionarme cuando Mai Mes, una joven editorial dedicada a la literatura de fantasía y ciencia ficción en catalán, anunció que tenía los derechos de Mundodisco. Solo que ellos lo llaman "Discmón".

(Breve inciso para ponerme en modo Agnes y profetizar que esta gente va a hacer más por la difusión del catalán que mil Conselleríes de Cultura).

Más aún, amenazan con publicar también los libros de "La ciencia del Mundodisco", inéditos legalmente en España (no sé si el libro de cocina de Tata Ogg entrará en el lote, espero que sí).

Y, fieles a la esencia del Mundodisco, no van a publicarlo por orden de publicación en la versión original, sino por series, empezando por el primer libro de cada una. Han empezado por el primer libro de las Brujas, "Igualtat de Ritus" ("Ritos iguales" en castellano) y el primero de la Guardia Nocturna, "Guardies! Guardies!"



La edición es en tapa dura, todos del mismo tamaño (han prometido que siempre serán así), el papel es un poco demasiado fino para mi gusto, pero muy agradable de leer. La traducción es directa del original inglés, y las ilustraciones de portada y de las primeras páginas son originales para esta edición (hasta incluye mapa). Alguien se podría quejar de que las ilustraciones parecen un poco de novela juvenil, pero tampoco es que las de Kirby y Kidby fueran muy "adultas". Y por mi, si algún abuelo despistado le lleva "Igualtat de Ritus" a su nieta de diez años pensando que es un libro "juvenil", mejor. Nunca es pronto para reclutar nuevos Kevins. ¡La Legión Extranjera Klatchtiana necesita carne fresca!

No voy a hacer la crítica del libro porque ya la hice aquí, aquel año en que, ilusa de mí, pensé que iba a poder leer todo el Mundodisco y me quedé en "Brujerías".

Eso sí, debo decir que me estoy riendo más con esta traducción que con la antigua al castellano. "Mala Llet" (Mala Leche) como nombre de pueblo, tiene más gracia que "Culo de Mal Asiento". Y, sí, por fin he entendido el chiste del "cambio de nombre" de Yaya Ceravieja. No fue un despiste de la traductora ni del editor, simplemente Yaya no sabe escribir su nombre y hace con él lo mismo que Tata Ogg con la palabra "banana". Sigo pensando que traducirlo como "Esmerenciana" no fue una buena idea, prefiero la nueva traducción:


Echo de menos los legendarios textos de solapa y contraportada de las primeras ediciones, pero eso ya se perdió en los de P&J.

Compré los dos libros, junto con "Exhalació" (por eso sale en la foto) en la web de Lektu. El servicio de entrega ha sido impecable. En tres días hábiles ya tenía los libros en casa. Francamente, no tienen nada que envidiarle a páginas más famosas. Echadle una miradita a su web, seguro que encontráis algo que os gusta.

Por cierto, ¡Feliz Vigilia de los Puercos y Próspero Año del Tejón Asediado! 

martes, 25 de agosto de 2020

Paseando por Benicasim y alrededores

¡Hola, hola, hola, gentecilla! En los albores de la tempestad vuelvo a vosotros y todo eso. La verdad es que tenía una entrada sobre el confinamiento en borradores, pero "pa qué", si mi mayor triunfo durante el encierro ha sido salir en el blog de "El Comidista" (en la sección de "Desastres", por supuesto) y conseguir no engordar más de tres kilos...

Como ya sabréis, este está siendo un verano raruno. Como todos los veranos desde hace tres años, me apunté a un par de actividades deportivas del Ayuntamiento, que se anunciaron de aquellas maneras dándonos poco tiempo para pensárnoslo. El "Cuerpomente" que se iba a hacer en la playa, ha acabado convertido en Pilates en el Polideportivo, pero como solo vamos cuatro, da igual. A la actividad de Fuerza, fui un día, tuve agujetas durante cinco, pasé un calor tremebundo en el parque donde la hacían, y al compartir la clase con cuatro tiarrones supermotivados, se me pasaron las ganas. Voy a tener que buscar clases de iniciacion al "cachismo", o algo, porque quiero tener masa muscular, pero no morir en el intento.

Desde hace un mes aproximadamente, he vuelto a excursionar con la bici. El Ferrari, para los amigos. Primero di unos paseitos cortos hasta el Grao de Castellón. El carril bici es bueno, demasiado bueno. Paseas al lado de la playa, disfrutando de las vistas y la brisa marina. Y también de los corredores pedestres que van por el carril bici porque la acera es demasiado fácil para ellos, las pandillas de jovencitos que te vienen de cara en plan "pita, pita, como no te apartes tú...", patinadores en línea, patinetes, niños que cruzan sin mirar, perros que levantan la patita en cualquier sitio, y hasta algún monociclista. Este año ha habido menos, eso sí. Solo he salido a tres o cuatro amagos de infarto en cada paseo.

Así que la siguiente vez, decidí tomar una ruta alternativa. Aquí la intrépida exploradora se salió de la Vía Verde para explorar el Camino Vilaroig. Por desgracia para vosotros, no tengo fotos de ese paseo. Baste decir que fui atacada por un enjambre de insectos kamikazes, casi me caigo al resbalarme la rueda delantera en la gravilla y terminé manchada de grasa al intentar evitarlo.

Aquí la ruta en rojito, para que os hagáis una idea:

La ruta está bien para hacerla con bici de montaña. Con una de paseo se vuelve un poco peligrosa. Hay que llevar bastante agua, que no hay ninguna fuente por el camino.

La siguiente ruta es la clásica, la de toda la vida, la Vía Verde Benicasim-Oropesa, Versión extendida hasta el faro y la Torre del Rey.

Para quien no lo sepa: una Vía Verde es una vía ciclista-peatonal construida sobre una antigua vía de ferrocarril. Eso le da tres características muy apreciadas: buenas vistas, poca pendiente y, cuando las hay, curvas abiertas, lo cual las hace paseables para cualquiera. De hecho, en la Benicàssim-Oropesa, en cualquier época del año se pueden encontrar muchísimas personas paseando en bici o a pie, con niños o con perros, corriendo o simplemente mirando las musarañas.

Aquí vistas del camino de ida:

Antes de llegar a Oropesa hay un larguísimo túnel. Si vas en bici, hay dos opciones: seguir adelante con ella (el túnel está bien iluminado, aunque es conveniente encender las luces de la bici si tienes), o atar la bici al aparca-bicis y seguir uno de los dos senderos que salen del camino principal. El de la izquierda sube a la montaña por unas escaleras y lleva a un mirador (ese no lo he probado aún). El de la derecha bordea la montaña junto al mar, y puedes encontrarte con este paisaje:


En lo más alto, te encuentras con un banquito para descansar y mirar el panorama, y una cajita de madera colgando de un árbol. Dentro de la cajita hay un boli y una libreta, para que escribas lo que quieras, desde "Yo estuve aquí" hasta un haiku en cirílico.


Una vez llegas al final de la senda, tienes que volver a por la bici, claro. Recomiendo atravesar el túnel, que además está fresquito y te quitarás el sofoco. Si vas a pie, sigue adelante.

Al final de la Vía Verde, hay un parque. Te recibirá esta reflexión filosófica:


También hay una fuente donde en épocas más normales podías lavarte la cara y echar un trago. Pero ahora todas las fuentes públicas están clausuradas hasta nueva orden. A la derecha, un paso peatonal comunica el parque con el Paseo Marítimo. Allí no hay carril bici, así que hay que tener cuidado con el tráfico. Te diriges hacia el norte, como si fueras a Marina Horror, y allí están, uno enfrente de la otra:



Siguiendo la calle, te puedes reincorporar al Paseo y volver  a la Vía Verde. Una vez en Benicàssim, te tomas un helado que te lo has ganado.


Al siguiente domingo, decidí explorar el nuevo carril bici de Castellón, el que comunica la Basílica del Lledó con la playa por el Camino La Plana. Es un carril fácil para circular, ancho, con bancos para sentarte y bien señalizado. Por sacarle un defecto, los arbolitos que han plantado al lado aún tienen que crecer un poco. Llévate protección solar alta y mucha agua.

Al volver del Lledó, vi una señal que indicaba "Parque del Meridiano", y allá que me fui a explorar.

"El Meridiano" en cuestión es el de Greenwich, que pasa por aquí. Incluso uno de los que lo estaban midiendo murió en una casa de Castellón.

Pues resulta que en este parque, el Meridiano se cruza con el Paralelo 40, como podréis leer en la placa de este monolito.


En el parque también hay una pequeña ermita dedicada a la Asunción. Lo de pequeña va en serio.


El parque está lleno de fauna autóctona:

Siguiendo adelante por el camino, me encontré con este original conjunto de esculturas. No tengo ni idea del material o del autor, pero son una pasada:

Y ya para terminar de momento mi serie de excursiones, dejo la que hice este domingo. Es una ruta cicloturística no muy transitada. Sale de la Avenida La Parreta, al lado de la residencia de ancianos. Mirando hacia el pueblo, hay dos caminos. El de la derecha lleva a la ermita de la Magdalena (ese lo dejé para esta semana), el de la izquierda es la ruta cicloturística. Es un camino ancho, como he dicho no hay mucho tráfico de coches, sí de ciclistas y corredores pero muchísimos menos que en el carril de la playa o en la Vía Verde. Está bien indicado, hay las suficientes subidas y bajadas como para que no te aburras, y se pueden disfrutar impresionantes vistas del Desierto y la costa:





Incluso de la Sierra de Espadán:


Aunque como se suele decir, lo que importa son los amigos que se hacen por el camino:


Y esto es todo por el momento, a ver si me animo a escribir más, que tampoco quiero "matar" el blog.

Sed malos XDD.

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