Día uno (martes): Voy al Servei Municipal de Esports a cambiarme de hora para las actividades deportivas del año que viene porque a las horas en que estaba apuntada me venía muy justito, después de volver del trabajo, comer y hacer un poco de siesta. En un ataque de locura me he apuntado a "Natación para adultos" en horario de sábado por la mañana. Las ocho y media de la mañana, concretamente. Creo que comienzo a necesitar un psiquiatra o algo así.
Paso a visitar a mi Malvada Dietista para pedir hora para la semana que viene. Como no había nadie más y se aburría, decide pesarme y eso. He aumentado dos kilos. Debo dejar el queso y las rosquilletas con pipas que me gusta tanto almorzar. Y también los "moccachinos". Vuelvo a casa con una dieta en el bolsillo. Debería haber venido a saludar la semana que viene.
No me ha tocado el Gordo de la Primitiva. Vuelvo a preguntarme para qué demonios juego. Bueno, sí, eso lo sé, porque Señorpadre se empeña. Pero no tiene narices a ir él a tirar los boletos y comprobar si nos toca o no.
Amigopelmazo viene a cenar y a ver el partido. La Selección pierde, Amigopelmazo no para de decir que es "una vergüenza para España", cuando yo le cuento cuáles son las verdaderas "vergüenzas de España" me dice que no estamos aquí para hablar de política. Me aguanto las ganas de llamarle gafe.
Día dos (miércoles): El día anterior, fregando los platos me di cuenta de que el desagüe no se vacía. El desatascador químico no ha funcionado. Las moscas se están suicidando masivamente en el agua estancada. Así que me arremango, vacío el armario de debajo del fregadero y me pongo a desatascarlo por medios "físicos". Un par de horas después, el agua se vacía perfectamente, y yo me siento un poco más orgullosa de mí misma. Por desgracia, el cubo de fregar el suelo se ha rajado y suelta agua por todas partes.
Amigopelmazo llama por teléfono. El día anterior habíamos quedado en llevarle a los centros comerciales de la Ciudad del Transporte a que se comparar unos auriculares para ver la tele sin molestar a su santa esposa. Quiere que pasemos a buscarle porque está "un poquito borracho". Cuando le pregunto dónde está me dice "Me parece que en Nules". Señorpadre le dice que ya quedaremos al día siguiente.
Día tres (jueves): En Lidl es la semana de la bicicleta y de los productos portugueses, así que me compro un casco, un maillot, una cazadora y un par de quesos portugueses que se supone que no voy a probar. Lo que no sé es de dónde sacaré el tiempo para ir en bicicleta. De paso, me compro un cubo nuevo para fregar el suelo. Es tan mono que casi me da reparo usarlo.
Amigopelmazo vuelve locos a los dependientes de un par de tiendas de artículos electrónicos. Uno de ellos, para no aguantarle, le hace un descuento del 10% en los auriculares inventándose una tara que ninguno de nosotros ve a simple vista. Ojalá todavía hubiera aduana entre España y Francia y le hicieran pagar un 20% de impuestos.
Día cuatro (viernes): De momento, está siendo un día tranquilo.
Planes para el fin de semana: mañana por la mañana, ir a ver la concentración de "maquinetes de raure". Y pasado, la de ratoneros valencianos. Y ver si tengo tiempo de acercarme al mercadillo medieval, aunque solo sea para hacer ejercicio. Que me lo han puesto allá donde Napoleón perdió el gorro, los muy cabroncetes.
Como veis, unas vacaciones superchachi pirulis. Y la semana que viene promete ser aún más emocionante.
Anda, lo de los productos portugueses también lo vi esta semana en el Lidl (solo quedaba una bola de queso redonda, ideal para lanzamiento), pero tampoco le hice mucho caso porque tengo la frontera al lado y en una hora estoy por allí.
ResponderEliminarDespués de probar las dos variedades de queso (una de ellas la bola redonda), estoy en condiciones de decir que el tetilla gallego es cien veces mejor. Y eso que no me gusta especialmente el queso de vaca, prefiero el de oveja o el de cabra.
ResponderEliminarHala, me voy al mercadillo medieval a ver si este año han venido los del Pla de l'Estany y me hago con una tarta de queso para postre.