lunes, 24 de febrero de 2014

Fauna

Como es lunes y la gente aún no está para pensar mucho, y me apetece una entrada ligerita, hoy toca una sobre los animalitos que suelo ver en mi nueva residencia.

La zona llamada por extensión "las villas" de Benicàssim se caracteriza por tener mucha zona ajardinada, tanto en lo que son las "villas" propiamente dichas como alrededor de los edificios de apartamentos. Aquí se pueden ver sobre todo mirlos ("merles").

Fuente y más información.

Otra especie que también se ve bastante son los petirrojos ("pit-roiget"). A pesar de lo que se cuenta de ellos, son tan tímidos y huyen tan deprisa como cualquier otra especie de pájaro. Aquí los descarados son los mirlos.

Fuente y más información.

También aparecen en esta época del año muchos colirrojos ("cua roja"). Los colirrojos son animalitos muy divertidos. Hacen un movimiento muy característico que hace que parezca que hacen reverencias.

Fuente y más sobre el bicho.

También son abundantes las lavanderas blancas ("teclers"). Estos pájaros se llaman así por su afición a estar cerca del agua.

Fuente e información sobre el bicho.

También puedo ver, y sobre todo oír, tórtolas. Me temo que son turcas (calificadas al principio como especie invasora, aunque la Generalitat acabó retirándole el "título") en lugar de comunes. No os perdáis la leyenda que existe sobre ellas.



Otros bichos que abundan son los gorriones ("vileros"). Sobre estos animalillos me contaba Señorpadre una historieta: Está Mamá Gorrión enseñándole a Gorrioncito las verdades de la vida: "Cuando veas que un humano se agacha a coger una piedra, ¡vuela!" Interviene Papá Gorrión: "No se lo estás explicando bien. Gorrioncito, cuando veas un humano, ¡vuela lo más rápido que puedas!"

Fuente

Y como no, hay un montón de fringílidos, sobre todo "gafarrons", aunque también he detectado algunos jilgueros ("cardanera").



Al atardecer se pueden ver revoloteando bandadas de estorninos pintos ("estornells"). Y el edificio de enfrente del mío es utilizado como atalaya por un cernícalo ("moixeta"). Si fuera paranoica, pensaría que me ha seguido desde casa.

Estorninos volando. Fuente. Por suerte, en esta zona no se ven tantos.

En la playa se pueden ver garcillas, y sobre todo gaviotas. No sé exactamente cuál de las miles de especies que existen serán éstas, así que os pongo foto de una gaviota argéntea, porque me ha gustado el nombre.

Fuente

Y sobre los espigones se pueden ver cormoranes secándose al sol después de una jornada de pesca.

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En cuanto a mamíferos, hay una colonia de gatos asilvestrados en un solar que hay enfrente de una conocida cafetería. Keko intenta dar rienda suelta a sus instintos depredadores cada vez que pasamos por allí, así que tengo que llevar la correa bien corta. Hay uno en particular, no sé si es de esta colonia o va por libre, al que he llamado "Rubiales" y tiene su hábitat en la primera planta del edificio al lado del mío. Trepa por el toldo del restaurante y se instala a sestear en la terraza que le conviene. Más de un turista se va a llevar un susto si conserva estas costumbres en verano.

Y, aparte de las consabidas ardillas ("esquirols") que cruzan la avenida para comer piñones en los pinos de la playa, no he visto ningún mamífero más.
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Últimamente también abundan las urracas. Digo "últimamente" porque hasta hace unos diez años no había visto ninguna por aquí, y ahora se las ve patrullando tranquilamente por carreteras, huertos e incluso las afueras de las ciudades. Aún me acuerdo de una tarde en la que volvía del súper, arrastrando mi carrito de la compra, cuando vi cómo un gato atacaba a una de ellas en el patio de una escuela en obras. No sé cómo acabaría la cosa, porque desaparecieron los dos detrás de un montón de grava, pero hasta donde yo vi, la urraca iba perdiendo.

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Por último, quiero hablar de las que llamo "golondrinas misteriosas". Son unas aves que vuelan como golondrinas, tienen el tamaño de golondrinas y parecen golondrinas, pero no deberían ser golondrinas porque las veo todo el año, incluso en invierno. Señorpadre las llama "golondrinas morunas", pero a Google no le suena de nada ese nombre. En cambio, me informa de que pueden ser aviones roqueros. Desde luego, los que vi revoloteando alrededor de Santo Tomás se parecían mucho a estos:

Fuente

Aunque en el enlace que os he puesto dice que no son frecuentes en zonas urbanas, yo las he visto revoloteando alrededor de edificios de apartamentos y de la iglesia. Supongo que anidarán en el Desierto.

Más sobre los aviones roqueros. Aquí dice que "hacen mucha vida en el pueblo". Parece que ya tengo medio identificadas a mis "golondrinas misteriosas".

Naturalmente, debe de haber más bichos por aquí, empezando por los insectos, solo que en esta época del año no se ven muchos. Para empezar, mucha gente reporta la presencia de jabalíes en la carretera del Desierto, que han llegado a causar accidentes de tráfico graves, y los habitantes de la zona sur del término municipal hablan continuamente de plagas de ratas de carácter casi medieval y de serpientes de tamaño anacondesco. Pero esa ya es otra historia.

Edito para añadir dos nuevos bichos a la lista. Ayer por la mañana vi una abubilla. En valenciano se llaman "palput", y existe la costumbre cada vez que te cruzas con una de decirle: "¡Palput, fes-te el monyo!" ("¡Abubilla, péinate!"). Se supone que al oírlo, la abubilla baja la cresta. En la realidad, suelen pasar olímpicamente de ti o salir volando.


Fuente.
Y esta mañana en la playa me he encontrado nada menos que con una garza real. Aquí podéis verla en movimiento

Fuente



PD: Hablando de otros bichos con alas. Estos días me he estado poniendo al ídem con los capítulos atrasados de "Sobrenatural" y he llegado a dos conclusiones: primera, a los guionistas se les ha ido MUCHO la olla esta temporada, y segunda, ni Gracia, ni alas ni rábanos en vinagre. Lo que concede los superpoderes a nuestro angelito preferido es la gabardina del pobre Jimmy. Es algo así como la capa de Supermán...

miércoles, 5 de febrero de 2014

Lo de los pelos.

Recientemente ha habido cierto revuelo en twitter a cuenta de una iniciativa llamada "sobaquember", "sobaquary" y otros nombres más.

¿En qué consistía esto para provocar tanto alboroto? Pues muy sencillo. Resulta que hay un grupo de feministas que se dedican al activismo en twitter. Una de ellas tiene una foto de perfil en la que enseña una axila sin depilar. No son unos pelos exageradamente largos, apenas una sombra en la foto, pero curiosamente, ese es el detalle en el que más se fijan los trolls. No hay insultos del estilo: "¡Fea!" "¡Narizotas!" o "¡Gorda!", sino diversas variantes de: "¡Depílate, guarra!"

Así que sus compañeras decidieron que el mes de enero, subirían fotos de sus axilas sin depilar, e invitaron a sus seguidoras a hacer lo mismo.

¡Ay, por los Sagrados Cuernos de Om, la que se ha armado! Ante la oleada de sobacos peludos, muchas personas, sobre todo, (lamentablemente) mujeres, han empezado a decir que qué se creen esas, que si para ser feminista es imprescindible tener los sobacos peludos, y que si las están insultando por haberse depilado, y que ellas se depilan porque quieren y no por imposición social. Solo les ha faltado jurar que tendrán que arrancarles las epiladys de sus frías manos cadavéricas.

Me temo que estas personas piensan que "imposición social" significa "un guardia civil apuntándote a la cabeza con su arma reglamentaria para obligarte a hacerte la cera". No, gente, la imposición social es más sutil.

Es la revista Cuore enseñando una foto de las piernas de una cantante a contraluz, señalando con una flecha y escribiendo en letras bien gordas: ¡AAARGH! los pelitos milimétricos que apenas se le intuyen. Es un grupo de amigos en una mesa charlando: "¿Y Manolo? ¿Sale aún con la mujer barbuda?" Es una amiga comparando tus piernas con las de Macario.

Macario es el de la izquierda.
Es que en cada esquina veas un centro de depilación, que en la tele no paren de anunciar productos antivello. Es que en la página "Visto en las redes" saquen una foto de una chica a la que se le ve un poco de vello en el sobaco comparándolo con la selva del Amazonas... ¿Sigo? No estoy muy enterada de la situación en otros países, pero esto es España, y las españolas nos depilamos. Porque nos han enseñado desde pequeñas que enseñar más pelo que el de la cabeza hace feo. Y punto. Todas nuestras madres han ido a la esteticista o se han hecho la cera en casa (aún recuerdo la cazuela en la que se calentaba la cera mi madre). ¿Sabéis que en España la edad de la primera depilación ronda los 13-14 años? Ahora mismo no puedo enlazaros el dato, pero lo oí una vez en la tele.

Lo que quiero decir es que presión social, haberla, hayla. Que a ti no te afecte demasiado, o que hayas tenido la suerte de no haberte encontrado con personas groseras, no significa que a otras no nos haya ocurrido.

Mi experiencia personal:

Yo soy muy blanca. No del tipo nórdico, más bien del tipo centroeuropeo. De hecho, es bastante habitual que me confundan con una "alemana". El color de mis pelos no destacaría en una persona de piel más morena que la mía, pero en mí, se veían como a veinte kilómetros.

Hasta los catorce años fui a un colegio de monjas. El uniforme incluía calcetines hasta media pantorrilla, así que esa parte de las piernas la tengo casi tan pelona como las palmas de las manos. Pero el resto de las piernas, y sobre todo la ingle, eran una pesadilla pelosa. Probé la cuchilla, la cera (piernas e ingles no tenían mucho problema, pero cuando me hacía las axilas, la esteticista tenía que utilizar un pañuelo de papel para secarme las lágrimas), las cremas... y cuando la depilación láser estuvo a un precio asequible, exterminé los pelos de esas zonas, los de las axilas, la "línea alba" y un matojo que tenía en la rabadilla en  plan oasis en el desierto. Piernas y alrededores me costaron ocho sesiones, las axilas solo dos. Pero la cara...

¡Ay, mi "risado bello fasial"!

Resulta que además de blanquita, mi piel es muy sensible. No llevo joyas ni reloj porque hasta el oro me irrita. Un simple catarro me deja la nariz como si tuviera lepra. Un arañazo parece una herida de guerra. Y, sobre todo, hacerme la cera fría en el bigote significa doce horas de enrojecimiento y un par de días de granitos. Intenté hacerme la depilación láser también ahí, pero parecía que en lugar de morir como los del resto de mi cuerpo, los pelos de mi bigote y mi mentón crecían aún más fuertes. ¡Los increíbles Hulk-pelos!

(Antes de que lo digáis, sí, sé que existen cremas decolorantes, pero: a) ver el principio del párrafo anterior, y b) para ir por ahí con un mostacho color azafrán o amarillo canario prefiero mi color natural).

Bien, como iba diciendo, me hago la cera fría en el bigote y el mentón, pero solo cuando mi sentido de la estética comienza a gritar espantado. El resto del tiempo, me temo que también me llamarán a mis espaldas "la mujer barbuda". O, dado mi tamaño, "esa morsa bigotuda".

Un día, mientras estábamos en la playa, Primapsicópata (que se ganó el apodo cuando quería quitarme la vesícula biliar por una subida de transaminasas de nada) se me quedó mirando los brazos.

-Oye, ya que te has hecho el láser en las piernas, ¿por qué no te lo haces en los brazos? Los tienes muy peludos.

No, qué va, no hay presión social para depilarse ni nada....





Vale, no os dejaré con el suspense. Mi respuesta fue bastante impropia de una dama:

-¡¡¡Y UNA MIERDA!!!

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