Rescatando entradas : Por qué en el fondo mola ser friki

Esta entrada se escribió para conmemorar el Día del Orgullo Friki  inventado por La perra verde en su espacio de windows live. En aquellos tiempos, iba a celebrarse el 25 de marzo ("el día en que el Anillo fue destruido"), pero luego triunfó una iniciativa posterior que lo trasladó al 25 de mayo, el día en que se estrenó "La Guerra de las Galaxias", supongo que porque es más divertido disfrazarse de Guardia Imperial que de hobbit.

Para empezar, debo aclarar, que, como ya dije una vez, me parece un poco tontería lo de sentirse orgulloso de ser algo que no has conseguido con tu esfuerzo y dedicación. Pero, claro, no creo que haya en el mundo nada más esforzado y dedicado que un friki cuando se propone serlo 

Y además, amiguitos, digámoslo bien alto: la sociedad debería estar agradecida a los frikis. Contrariamente a la opinión general no somos todos unos tarados alcohólicos, drogadictos, mataviejas, obsesos y obesos.

Para empezar, los frikis sostenemos la industria editorial de este país. Y no solo en el género cómics-fantasía-cienciaficción-terror. Cuando nos falta nuestra dosis de género, los frikis leemos de todo. Yo tengo las obras completas de Jane Austen (no es tanto mérito, solo son seis novelas), compradas durante los largos Años Oscuros que transcurrieron desde que Martínez Roca dejó de publicar Mundodisco hasta que Plaza y Janés se hizo con los derechos. Aún recuerdo emocionada esas mariposas... ¡qué digo mariposas! ¡Cuervos de Antigua! que revolotearon entusiasmadas en mi estómago cuando vi en Babel aquel ejemplar de "El país del fin del mundo". Además, amiguitos, ¿quién se compra la edición de lujo de "Tormenta de Espadas", y además una edición de bolsillo para prestársela a sus amigos?

Los frikis sostenemos la industria audiovisual. ¿Quién se compra la edición superultramegaextendida en caja metálica y con un muñequito articulado de "La guerra de las galaxias", a pesar de tener ya todas las ediciones anteriores? ¿Quién está dispuesto a gastarse media paga extra en el pack especial de su serie de televisión preferida? ¿Quién se compra los discos de ese grupo tan raro que nunca suena en los Cuarenta Criminales? Pos eso.

Y también la industria textil y turística. Mientras los fines de semana, las personas "normales" se quedan en sus casitas viendo programas de cotilleo y retransmisiones deportivas, los frikis ocupan su tiempo en fabricarse maravillosos disfraces de, por ejemplo, la Guardia de la Noche y asistir a convenciones, a Mereths y demás eventos que nunca se realizan precisamente al lado de casa.

Vale, puede que los frikis no seamos guapos (yo sí, mirad mi perfil si no me creéis), pero somos más sociables que los "normales". Entablamos conversación con cualquiera al que veamos en una librería buscando un libro que nos guste, formamos amplias comunidades foreras que acaban quedando y pasándoselo bomba, y en general somos tan cariñosos y agradecidos como esos pobres perros vagabundos que mueven la cola a cualquiera con la esperanza de que se lo lleve a casa. Y adoramos a nuestras parejas

Además, ¿por qué frikis? ¿Yo soy friki por saberme los nombres de más de cinco hobbits y la vecina de al lado, que se sabe los de todos los novietes de la famosilla de turno, es "normal"? ¿Es más normal discutir por un equipo de fútbol que por si Rhaegar era o no un singermornings? (lo era, lo diré mil veces). Que yo sepa, la disputa entre el Comando Antisingermornings y los Romantic-heros no ha quemado contenedores de basura en Barcelona ni en ningún otro sitio. Mirad, otra ventaja: los frikis no alteramos el orden público.

Así que, ya sabéis, frikis. Hoy que es nuestro día, levantad la cabeza y gritad:

¡SÍ! ¡ESTOY ORGULLOSO DE SER FRIKI!

PD: Mi conexión "mierder" no me permitió conseguir "Juego de Tronos" hasta ayer por la noche, y no he conseguido verlo hasta esta mañana, así que si tengo tiempo, reseña esta noche.