Bueno, hace un par de años, en mi espacio de windows (ver dirección a la derecha si alguien quiere buscarlo) se me ocurrió hacer una serie de resúmenes en plan cómico de óperas que me gustan. Con escaso éxito, snif. Si alguien tiene interés en cotillearlas, aquí tenéis Turandot y Lucia di Lammermoor. En "Turandot" han borrado un par de vídeos por "infracción de los términos de uso" pero si os interesa, seguro que en youtube hay versiones alternativas.
Bien, vamos a ello.
AÍDA (ÓPERA EN CUATRO ACTOS) Música de Guiseppe Verdi y libreto de Antonio Ghislanzoni. Argumento en serio, aquí.
Acto primero
MENSAJERO: ¡Socorro! ¡Los etíopes nos invaden!
SUMO SACERDOTE: ¡Qué cabrones! Vamos a deliberar, a ver a quién ponemos de general para escarmentarles.
RADAMÉS: ¡Yo! ¡Yo!
SUMO SACERDOTE: Ya veremos...
El Sumo Sacerdote y compañía se meten en el templo.
RADAMÉS: Si me nombran general y gano la batalla, Aída se quedará impresionada y podré convencerla para que se case conmigo. Ya tengo mirado un adosado cerca de Tebas...
¡Cielos, ya está aquí esa pesada de la hija del Faraón!
PRINCESA AMNERIS: ¡Radaméees! ¡Yujuuu!
RADAMÉS: Esto... ¡Hola!
AMNERIS: ¡Qué macizo estás hoy! ¿Ya tienes novia? ¿Te gustaría tenerla?
RADAMÉS: Señora, creo que se te ha metido algo en el ojo... Es que no dejas de parpadear.
Entra Aída.
AMNERIS: Cierra la boca antes de que se te meta dentro una mosca. No te gustará mi esclava, ¿verdad?
AÍDA: ¡Si este confiesa terminaré en la panza de un cocodrilo!
RADAMÉS: Nooo, señora, cómo puedes pensar eso...
SUMO SACERDOTE: ¡Ya hemos hecho el sorteo! ¡Radamés, te ha tocado!
RADAMÉS: ¡Hurraaa!
TODOS: ¡Buena suerte!
AÍDA: ¡Mierda! ¡Mi novio secreto va a la guerra contra mi padre! ¡Me siento culpable!
Las sacerdotisas bailan, le dan una espada bendecida a Radamés, y adiós muy buenas.
Acto Segundo
ESCLAVAS DE AMNERIS: ¡Campeoones, campeones, oeoeoeoeeee!
AMNERIS: Venga, no seáis malas, que Aída va a oíros y se mosqueará. ¡Hola, Aída! ¡Qué pena que tu país haya perdido la batalla, pero no se puede ganar siempre. Puedes consolarte pensando que Radamés también ha muerto en la batalla.
AÍDA: ¡Oh, cielos, qué horror!
AMNERIS: ¡Te pillé! ¡Te gusta mi novio, cachoperra! ¡Pues no te lo quedarás! Y ahora nos vamos al desfile, hala.
Desfila un montón de prisioneros de guerra, elefantes, bailarinas y todo lo que permita el presupuesto.
AÍDA: ¡Papi!
AMONASRO: ¡No les digas quién soy!
FARAÓN: ¿Que eres su padre? ¿Qué es esto, "El Imperio contraataca"?
AMONASRO: Solo soy un humilde soldado raso que vio morir a su rey y ahora quiere descansar tomando mojitos a la sombra de una palmera. (Aída, como les digas que soy el rey de Etiopía, te corto la lengua).
FARAÓN: Como hoy he tenido un momento All-bran y me siento generoso, he decidido liberar a todos los prisioneros, y darle en recompensa a Radamés la mano de mi hija, y también el resto.
AMNERIS: ¡Chúpate esa, esclava!
AÍDA Y RADAMÉS: ¡Mierda!
Acto tercero
AÍDA: ¿De qué querrá hablar ese singermornings?
¡Eh, tú no eres Radamés!
AMONASRO: ¡Qué perspicaz eres! Casi tanto como yo, que desde que ese tontaina me ha liberado ya me he sacado de la manga un Plan de Dominación Mundial la mar de molón. Escucha: aprovechando que estás liada con el tal Radamés, le sonsacas por dónde van a pasar las tropas egipcias para invadir Etiopía, lo que queda de nuestro ejército les espera allí, les masacramos a todos menos a él, os casáis y sois felices para siempre mientras yo voy por ahí conquistando países.
AÍDA: A ti se te ha ido la olla.
AMONASRO: Desde luego, cacho traidora...
AÍDA: Escóndete, imbécil, que ahí llega Radamés.
RADAMÉS: ¿Quién estaba aquí?
AÍDA: ¿Aquí? Debes haber tenido un espejismo, como estamos en el desierto y eso...
RADAMÉS: Oye, he tenido una idea. Cuando vayamos a invadir Etiopía voy a hacer unas hazañas tan gordas que el Faraón me va a conceder cualquier deseo, y entonces le pediré que me divorcie de Amneris para casarme contigo.
AÍDA: ¿Y eso lo has pensado tú solito? Yo tengo una idea mejor. ¡Fuguémonos a mi país!
RADAMÉS: ¡Pero nos van a pillar!
AÍDA: No si tú me dices dónde están tus tropas para esquivarlas.
RADAMÉS: Bueno, pues están en camino a las Gargantas del Nápata, y...
AMONASRO: ¡Gracias, pringao!
AMNERIS Y LOS SACERDOTES, QUE PASABAN POR ALLÍ: ¡Pero serás traidor!
RADAMÉS: ¡Huid, insensatos!
Acto Cuarto
AMNERIS: Va a empezar el juicio, ¡qué nervios! Oye, Rady ¿no querrías cambiar de idea? A lo mejor si te casas conmigo el tribunal tiene compasión y eso...
RADAMÉS: Vete al cuerno, foca.
AMNERIS: Nada, que voy a morir virgen...
UJIER: ¡En pie! ¡Procedimiento nº 1212! ¡El pueblo de Egipto contra Radamés! ¡Preside la sesión el Honorable Sumo Sacerdote de Chist-Hera, el Dios con Cabeza de Buitre de los Invitados Inesperados!
AMNERIS: Nada, que me lo han declarado culpable...
Escena segunda
RADAMÉS: ¡Cabrones! Me han enterrado vivo sin ni siquiera una mala revista de crucigramas para entretenerme... ¿Quién anda ahí?
AÍDA: Servidora.
RADAMÉS: ¿Pero tú no te habías ido a tu pueblo?
AÍDA: Tío, que esto es una ópera, se supone que tenemos que morir todos.
RADAMÉS: Si no hay más remedio...
AMNERIS: Oye, Sumo Sacerdote, los de Chist-Hera no tenéis voto de celibato, ¿verdad?..
FIN
Aquí hay un artículo bastante interesante sobre esta ópera, si queréis saber más.
Hay que reconocer que así resumido, el tema de la ópera gana bastante (es una de las manifestaciones culturales con las que no puedo...una que es muy simplita). Fijo que en Ankh-Morphork te la estrenaban.
ResponderEliminarA mí me encanta la Ópera pero soy más de la línea austriaca: Mozart me parece superior y una parte de mí querría haber nacido mujer y soprano para cantar el Aria de la Reina de la Noche. Eso si, todavía tengo que ponerme a prueba con el Anillo del Nibelungo. Si puedo, lo más probable es que amargue la vida en mi próximo empleo a mis compañeros poniéndolo completo.
ResponderEliminarRenaissance: El problema con la ópera es principalmente que los cantantes suelen ser malos actores. Mucha técnica vocal, pero o sobreactúan o se pasan todo el rato poniendo la misma cara. Además, nunca "dan el tipo". Cuando mejor cantan es cuando le llevan veinte años a su personaje, y el peso de la mayoría tampoco ayuda mucho a creerse que ese señor es, por ejemplo, un intrépido caballero... Pero los argumentos suelen ser divertidísimos: amores imposibles, hijos cambiados en la cuna, barítonos cabronazos...
ResponderEliminarIlluminatus: ¡Ah, la Reina de la Noche! Nunca se cometió un delito de inducción al homicidio con una música tan bonita. Es que ese giro de guión a mitad de ópera es muuuy fuerte ("Te he secuestrado por tu bien, porque tu madre es muy mala"). Seguro que a Da Ponte le hubiera salido más creíble que a Schikaneder. Pero Mozart era mucho Mozart. Hasta mis vídeos caseros mejoran con su música XD.
Del Anillo, yo he podido con las tres últimas, las que están basadas en la "Volsung Saga". Pero "El oro del Rhin" es superior a mis fuerzas, en serio. ¡Y a mí me gusta "El Holandés errante"! (para que veas lo poco exigente que soy, que esa creo que no le acababa de gustar ni a Wagner).