lunes, 30 de agosto de 2010

Tres higos verdes

Todos tenemos uno de esos. Un mejor-amigo-de-la-infancia del cual nuestro cerebro nos dice que es un pelmazo insufrible, pero del que nuestro corazoncito infantil se niega a separarse. 

Señorpadre no iba a ser la excepción. Su muymejoramigo (a partir de ahora le llamaré Amigopelmazo, con cariño, eso sí) emigró a Francia cuando los dos eran preadolescentes, se casó allí y ya es bisabuelo. Y al menos una vez al año, por Pascua o cuando se acercan las fiestas patronales, se da un garbeo por aquí en plan nostálgico, a ver a los parientes y los antiguos amigos.

Aconteció pues, que Amigopelmazo sufría en relativo silencio unas molestas hemorroides. Y digo "relativo" porque se lamentó a varios amigos (entre ellos Señorpadre, claro, si no de qué iba yo a enterarme del suceso). Y uno de esos amigos (no Señorpadre, él todavía tiene un poco más de sentido común que eso) le dio un consejo. Uno de esos hechizos caseros tradicionales que pasan de generación en generación, como las mil y una formas de deshacerse de las verrugas.

Consistía el hechizo en coger tres higos verdes, o sea, tres higos que no hubieran madurado aún (no tres de esos deliciosos higos "blancos")  y llevarlos siempre en el bolsillo. Las hemorroides, intimidadas por tal presencia, se amilanarían y desaparecerían.
higos


Apoderóse Amigopelmazo de los tres higos el día antes de emprender el regreso a su país, se los puso en el bolsillo y a la hora señalada se acomodó en su asiento del tren, dispuesto a pasar un feliz viaje. Pero el asiento era cada vez más incómodo, las hemorroides cada vez dolían más, y Amigopelmazo fue directo de la estación a Urgencias en cuanto llegó a su destino.

Lo que él creía hemorroides era en realidad una fisura  anal que tuvieron que operarle a toda velocidad. Amigopelmazo se sentía humillado. "¡Mi mujer va a decir que tengo una enfermedad de mariquitas!", se lamentaba. Comprendedle, el pobre se crió en los años cuarenta...

Por cierto, todavía culpa a los higos blancos de que sus hemorroides acabaran convirtiéndose en una fisura. 

Dedico esta entrada a los anunciantes que parecen creer que cosas como el estreñimiento y las hemorroides solo nos ocurren a las mujeres. ¡Abrid los ojos y mirad a vuestro alrededor, leñe!

5 comentarios:

  1. A lo mejor no entendió que lo que tenía que hacer era aplicarse la leche de higos en salva sea la parte. Hubiese sido más efectivo que llevarlos así...

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  2. Sí, Jez, el hombre es muy O_o. Estoy pensando en crear una categoría del blog para contar sus ocurrencias...
    Illuminatus: ¡Tú lo que quieres es cargarte al pobre Amigopelmazo! Pensándolo bien, igual es la única forma de evitar que me llene el congelador de caracoles rellenos en dudoso estado de conservación...

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  3. Yo creo que los higos verdes tenían un bonificador de +2 a intimidación al tratar con las hemorroides..Pero fue demasiado efectivo.

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  4. Y, como todo el mundo sabe, los anuncios de medicamentos contra el estreñimiento también son para mujeres.

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  5. Y olvidaos de cosas como el amor, la satisfacción profesional, la amistad o tener una afición divertida. ¡La única forma de ser feliz es cagar bien!

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