La verdad es que para mis estándares, creo que no he leído mucho. La vida real y esas cosas. Pero resulta que acabo de ver un par de vídeos de chicas reseñando libros en youtube y me ha apetecido hablaros de los que he leído yo. ¿Creéis que debería pasarme al chick-lit y al young adult y utilizar mi canal de youtube para torturar informar al personal? Vale, yo tampoco.
Como iba diciendo, la última vez que escribí sobre libros en este mi egoblogokaka fue allá por marzo. Es hora de ponernos al día.
Comencé pillándome la versión íntegra de "La pequeña Dorrit" publicada por Alba. Cualquier parecido con aquella horrorosa versión recortada que leí primero es pura coincidencia. Es literatura del siglo XIX, con sus exageraciones melodramáticas, sus casualidades tal vez un poco forzadas, y lo que muchos lectores actuales llamarían "mucha paja", pero la disfruté como una enana.
"La guerra de los mundos", la última novela del tomo de Grandes Novelas de HG Wells. Novelón. Me gustaría que alguien hiciera una adaptación al cine realmente fiel al libro, con su ambientación de finales de la época victoriana. Los marcianos siguen dando mucho repeluco, a pesar del paso del tiempo. Recientemente se celebró el aniversario de la emisión por la radio que presuntamente aterrorizó a los oyentes, aunque según he leído, en realidad no fue para tanto.
"Ruth" de Elizabeth Gaskell. La edición es una preciosidad. Incluye una biografía de la autora al principio, la novela en sí y luego un breve estudio sobre su impacto cuando se publicó. Ahí lo flipé en colores. Resulta que la novela fue tan escandalosa en su época que hasta se organizaron quemas públicas del libro. Y todo porque trata de una madre soltera que no es un zorrón promiscuo sino una chica inocentona que una vez cometió el error de liarse con un singermornings y luego trata de rehacer su vida. Supongo que lo que molestó a la sociedad de la época fue que la autora dedique más líneas a criticar a la gente que discrimina a la chica que a ésta por ser una "pecadora". Visto hoy el argumento es bastante inocente, pero es una buena novela. Aunque me han chirriado un par de cosas en la traducción, como la utilización de la palabra "discapacitado", que estoy segura que nunca pasó por la cabeza de ninguna persona del siglo XIX.
"Cuentos desde el Reino Peligroso", de Tolkien. Bueno, es Tolkien. Uno más alegre y ligero que el del Silmarillion o el de ESDLA, pero igual de obsesivo con los árboles y los bonitos paisajes. El libro me gustó, pero sé que Tolkien puede ser "durillo" para algunos.
La trilogía "Nacidos de la bruma", de Brandon Sanderson. Bien, citando al Maestro Pratchett en "Guardias, guardias":
Lo único que hacen bien las personas buenas es librarse de las malas. Eso lo hacéis de maravilla, desde luego. Pero lo malo es que es lo único que hacéis de maravilla. El primer día suenan las campanas porque ha caído el tirano, y al siguiente todo el mundo empieza a quejarse porque, desde que se fue el tirano, no funciona el servicio de recogida de basuras.
"Nacidos de la bruma" trata de eso. De qué pasa cuando se derroca al tirano y la gente empieza a quejarse porque con el tirano vivían mejor. Con unos personajes entrañables, que son todos buenos y malos a la vez, un sistema de magia originalísimo, unas escenas de acción que quitan el hipo y un mundo flipante. Leedlo ya, cojones.
"El sueño de los muertos", de Virginia Pérez de la Puente, alias Lady Ni.
¿Y qué digo de este? Si hablo bien diréis, "claro, como es coleguita...", y tampoco puedo hablar mal porque me he divertido mucho leyéndolo. El libro está lleno de homenajes y guiños más o menos disimulados a otras obras, y un sentido del humor algo maligno. Por decir algún defecto, pues me pareció que una de las tramas se resolvía de una forma demasiado precipitada y sin explicación (al menos, yo no acabé de entender por qué ocurre eso). Pero ¡por los cuernos de Om, quiero un Angharad para mí sola!
"El mundo y sus demonios", de Carl Sagan. Psé. Está bien escrito y es muy ameno, pero no dice nada que no haya leído ya en otros sitios y lo he encontrado demasiado "localista", demasiado centrado en datos, estadísticas y anécdotas de Estados Unidos, como si en el resto del mundo no cocieran también habas.
"Las novelas tontas de ciertas damas", de George Eliot. La señora Evans les da una buena paliza a las escritoras cursis y moralistas de su época. Pobre, si viviera ahora y viera lo que se publica en internet le daría algo. Gente, cuando leáis un fanfic horroroso lleno de tópicos y mala narrativa podéis consolaros pensando que la Mary Sue no nació ayer. El libro es muy cortito, apenas cien páginas, y la verdad me habría gustado que fuera más largo y aún con más mala baba. Pero si tenéis un día un viaje largo en bus, es un buen acompañante. Y las ediciones de Impedimenta son una monada.
"El libro del cementerio" de Neil Gaiman: Es la primera de Gaiman en solitario que leo, y resulta que es una versión de "El libro de la selva" pero con fantasmas (el propio autor lo reconoce al final del libro). No está mal, pero no sé si será muy representativa de la obra de Gaiman, tendré que seguir investigando.
Los dos primeros libros de la serie "Códex Alera", de Jim Butcher. Uau. Y repito: uau. Estos libros te agarran del cuello y no te sueltan hasta que los terminas. A ver cómo os explico de qué va:
En Alera, un reino gobernado por una especie de Patricio, todos los habitantes tienen el poder de controlar unos seres elementales llamados Furias, menos el chico de la película, que solo tiene su cerebro. El chico es el típico huerfanito que vive en una granja con sus tíos soñando con irse a estudiar a la gran ciudad, y naturalmente se va a ver envuelto en un gran lío del que dependerá la salvación del reino cuando salve la vida de una mensajera real en apuros.
Y ese montón de tópicos está contado de una forma tan bonita, tan emocionante, llevándote de susto en susto y de sorpresa en sorpresa, que no sé cómo voy a aguantar hasta que salga el tercer tomo. Y encima los de RBA asustando con que iban a cerrar la "paraeta". Menos mal que acabó siendo una falsa alarma.
"Ciudad embajada", de China Miévile. ¿A qué clase de padres psicópatas se les ocurre ponerle ese nombre a un niño inocente? En fin, no entremos en temas personales. "Ciudad embajada" es un novelón. Alguna crítica lo ha calificado de "apocalipsis lingüístico", y es que precisamente trata de eso. Hay una ciudad que sirve de embajada del imperio de Bremen en un planeta extraterrestre. Hay unos extraterrestres cuyo idioma es tan literal que es imposible mentir. Y hay unos seres dobles, los Embajadores, que pueden hablar ese idioma, pero si no lo hablan perfectamente, los habitantes del planeta se vuelven adictos y se les va la olla por completo. Y, claro, las cosas se ponen muy feas. Hay que leerla para creerlo.
Tengo a medias "Me vestiré de medianoche", la cuarta novela de Tiffany, de Terry Pratchett. No me cansaré de decir que la única diferencia entre las novelas juveniles de sir Pterry y las adultas está en que las primeras se molesta en dividirlas en capítulos. Bueno, Tiff va camino de convertirse en una Yaya Ceravieja... a no ser que acabe hecha una Magrat...
Me leí "El mundo de Rocannon", primera novela del tomo "Mundos de exilio e ilusión" de Ursula K. LeGuin. Gran historia de aventuras con la excusa de la ciencia-ficción. Tengo a medias la segunda, "Planeta de exilio", que ya leí hace tiempo en otra traducción.
Y acabo de empezar "Los nombres muertos", de Jesús Cañadas, una ida de olla tremenda en la que Lovecraft y un par de amigotes de su Círculo son contratados por una millonaria excéntrica para que busquen el Necronomicón, nada menos. Lo más divertido es que Lovecratf habla como si estuviera en uno de sus relatos, con tropecientos adjetivos, lo que provoca reacciones de lo más graciosas en sus interlocutores. En anobii ya tenían ese ISBN para otro libro, no sé si se podrá cambiar de alguna manera, porque me sale mi portada pero el otro título.
Y para terminar la entrada, ¿os acordáis de lo que dije sobre Lindsey Davis en mi entrada sobre libros de marzo? Bueno, os lo recuerdo, aunque quede feo citarme a mi misma:
Damas y caballeros (supongo que se os puede llamar así), lamento
comunicar que la señora Davis nos ha hecho un Conan Doyle. Quiere
dedicarse a la novela histórica, concretamente a una serie sobre la
guerra civil inglesa (ya sabéis,
Crowley, Azirafel, Castiel Cromwell, los Estuardo,
el Agujero del Infierno,
Lorna Doone...)
y por ese motivo ha abandonado a mi romano favorito. Al menos, no lo ha
tirado por unas cataratas, y a pesar de que al final del libro pone
FIN, no pierdo la esperanza de un spin-off con la hijastra britana en
plan Laura Holt durante el mandato de Domiciano.
Y esta tarde me he enterado de que... ¡LO HA HECHO! ¡
HABEMUS SERIE SOBRE ALBIA! No me podéis ver, pero estoy dando saltitos de alegría. ¿Creéis que Lindsey Davis me lee? ¡Hola, señora Davis, soy una fan!
Hala, hasta otra.