En esta fecha ocurrieron varias cosas interesantes: una batalla, una revolución, Chernobyl estaba a punto de irse a la mismísima, y seguro que miles de cosas más que no he tenido ganas de buscar en la wiki.
Pero también fue la primera vez que me presenté a un examen de oposiciones. En aquella época se llamaban "Oficiales de la Administración de Justicia", actualmente el nombre es "Cuerpo de Gestión". Y no, no quiero decir el año.
Recuerdo que el examen era por un sábado por la tarde (fue la última vez, a partir del año siguiente los pasaron a los domingos por la mañana), y cogí un Talgo para ir a Barcelona (creo que aún no existía el Euromed). Una simpática pareja de ancianitos que parecían fugados de una película de Alfredo Landa, con una enorme maleta y una no menos enorme caja que apuesto mis orejas a que contenía una gallina, se quedaron atascados en el pasillo y me impidieron sentarme hasta que el tren llegó a Benicàssim (había salido de Castellón). Aún me acuerdo de la sensación de encontrarme por primera vez sola en medio de la Diagonal (había estado en Barna muchas más veces, pero aquella era la primera que iba sola), y del cabreo cuando comenzó a oírse a lo lejos el himno del Barça mientras se repartían los exámenes. Nada molesta más que saber que hay gente divirtiéndose mientras una sufre.
Y, sobre todo, recuerdo la última pregunta. Aquí os la dejo para ver si alguien la acierta:
100. Si un hombre es condenado a siete años y un día de prisión, ¿qué puede hacer su esposa?
La respuesta en los comentarios.
Mientras os lo pensáis, disfrutad de la buena música:
Pasarle una lima dentro de una empanada, ¿no?
ResponderEliminarNo, es algo mucho menos romántico que eso.
ResponderEliminarDejarle por no follarla.
ResponderEliminar¡Premio para la Señora Oscura! Aunque el término legal era: "separación por cese de la convivencia conyugal efectiva" (ninguna de las otras respuestas que dieron era más válida que esta).
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