lunes, 25 de octubre de 2010

Rescatando entradas 5: Las notas de cocina de Leonardo Da Vinci

Publicada originalmente el 23 de septiembre de 2005. Y seguimos con otra clase de terror en la cocina. ¿O debería decir "en la mesa"?.


Normalmente, se pone a Leonardo como ejemplo del "hombre del Renacimiento", en el sentido de que sabía hacer de todo. Pero, ¿sabíais que también estaba interesado en la gastronomía? Aquí hay dos textos de ejemplo, curiosamente complementarios:


Para limpiar la sangre de los manteles:

La sangre sobre un mantel, que puede deberse a un accidente con el cuchillo de trinchar o a un asesinato, no ha de ser motivo de preocupación, ni hay necesidad de molestar a los presentes mudando todo el mantel como antaño, si inmediatamente se trata la parte afectada frotándola fuertemente con agua de brotes de col templada.


De la manera correcta de sentar un asesino a la mesa

Si hay un asesinato planeado para la comida, entonces lo más decoroso es que el asesino tome asiento junto a aquel que será el objeto de su arte (y que se siente a la izquierda o a la derecha dependerá del método del asesino), pues de esta forma no interrumpirá tanto la conversación si la realización de este hecho se limita a una zona pequeña. En verdad, la fama de Ambroglio Descarte, el principal asesino de mi señor Cesare Borgia, se debe en gran medida a su habilidad para realizar su tarea sin que lo advierta ninguno de los comensales y, menos aún, que sean importunados por sus acciones.
 
Después de que el cadáver (y las manchas de sangre, de haberlas) haya sido retirado por los servidores, es costumbre que el asesino también se retire de la mesa, pues su presencia en ocasiones puede perturbar las digestiones de las personas que se encuentren sentadas a su lado, y en este punto un buen anfitrión tendrá siempre un nuevo invitado, quien habrá esperado fuera, dispuesto a sentarse a la mesa en este momento.
 
Ingenioso, ¿verdad? Es que esta gente del Renacimiento pensaba en todo.

Y hablando de "pensar en todo":

 
Del pan y la carne (I):
 
He estado pensando en tomar un trozo de pan y colocarlo entre dos pedazos de carne. Mas, ¿cómo llamaré a este plato?

 
Del pan y la carne (II)
 
He estado pensando de nuevo en el pan y la carne. ¿Y si dispusiera la carne entre dos trozos de pan? ¿Y cómo podría llamar a este plato?
 
El Duque de Sandwich contestó a la pregunta dos o trescientos años después. ¿Plagio o evolución convergente?

Si os han gustado estos ejemplos, se publicaron en un libro editado por Temas de Hoy en su colección de bolsillo. Es delgadito, fácil de leer y muy divertido. Y además, se aprende mucho sobre la vida diaria del Renacimiento en Italia. Fascinante, pero muy peligrosa (que se lo digan a los invitados de César Borgia ).



2 comentarios:

  1. Hombre, lo de limpiar la sangre del mantel está bien, pero no es lo mismo que alguien se corte a tener que limpiar un degüello (bueno, Da Vinci dice que el asesino a sueldo de su señor es muy limpio y eficiente, igual no hay mucho desastre).

    Ehm..¿Son cosas mías, o este es el texto renacentista más Terrypratchetteresco de la historia?

    Lo del duque de Sandwich, si mi libro de texto de inglés no mentía, fue vagancia pura: se le ocurrió lo del pan para poder seguir jugando a las cartas, el muy tragaldabas.

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  2. Creo que evolución convergente. El concepto del bocadillo como forma de comida rápida o comida sobre la marcha existía, por lo menos, desde la Edad Media, si no antes, lo que ocurre es que hasta que no aparece un listo con nombre que se lo apropia, pues pueden pasar años sin etiqueta (si no, mira la pelea que se traen los chinos y los italianos por el concepto de la pasta...).

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