Después de que en esta oficina hayamos aguantado el invierno más frío desde la gran helada de 1983 a base de llevar tres mangas y estufitas eléctricas para los pies...
Después de habernos pasado toda la primavera y lo que va de verano trabajando a temperaturas de sauna...
Me veo obligada a rectificar la épica frase de Cohen el Bárbaro:
Las grandes cosas que se pueden encontrar en la vida no son tres, sino cuatro: agua caliente, buenos dientes, papel higiénico suave y aire acondicionado a temperatura razonable.
Con cambiar el aire acondicionado con un poco de sombra y un libro, me doy con un canto en los dientes. Qué manía tiene la gente de ponerlo a temperatura "Montañas de la locura".
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