¡Enhorabuena, señores concursantes! ¡Han ganado ustedes el apartamento en Torrevieja (Alicante), un millón de pesetas, y este magnífico coche que le enseña nuestra bellísima azafata!
Nota: ni el gato ni el coche son míos. Simplemente lo vi en la calle y me hizo gracia la escena.
No hay duda, tumbarse encima de un coche es el deporte nacional de los gatos que pueden salir fuera. Las otras categorías son "mirar con indiferencia a los viandantes desde un muro".
ResponderEliminarTumbarse encima de los coches... o donde sea.
ResponderEliminarYo hoy he despertado, he oído un maullido y el gato estaba en la ventana, ahí tumbado tan pancho. Supongo que mirara los pájaros que pasan por ahí...
Donde sea, desde luego. El gato de la vecina de donde yo vivía antes tenía la costumbre de acostarse encima del tendedero y maullarme cada vez que salía a la galería. Las primeras veces que lo hizo, me daba susto por si se caía, pero al final me hacía gracia y todo.
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