martes, 2 de noviembre de 2010

Día de difuntos

—Todas esas son tonterías, de cabo a rabo; eso es lo que son, y nada más. Esos dichos y señales y fantasmotes y convidados de piedra y patochados y todo eso, sólo sirven para asustar niños y mujeres. No son más que palabras, eso y todos esos espantos, señales y advertencias que fueron inventados por curas y personas malintencionadas y por los reclutadores de los ferrocarriles, para asustar a un pobre tipo y para hacer que la gente haga algo que de otra manera no haría. Me enfurece pensar en ello. ¿Por qué son ellos quienes, no contentos con imprimir mentiras sobre el papel y predicarlas desde los púlpitos, quieren grabarlas hasta en las tumbas? Miren a su alrededor como deseen y verán que todas esas lápidas que levantan sus  cabezas tanto como su orgullo se lo permite, están inclinadas..., sencillamente cayendo bajo el peso de las mentiras escritas en ellas. Los "Aquí yacen los restos" o "A la memoria sagrada" están escritos sobre ellas y, no obstante, ni siquiera en la mitad de ellas hay cuerpo alguno; a nadie le ha importado un comino sus memorias y mucho menos las han santificado. ¡Todo es mentira, sólo mentiras de un tipo o de otro! ¡Santo Dios! Pero el gran repudio vendrá en el Día del Juicio Final, cuando todos salgan con sus mortajas, todos unidos tratando de arrastrar con ellos sus lápidas para probar lo buenos que fueron; algunos de ellos temblando, cayendo con sus manos adormecidas y resbalosas por haber yacido en el mar, a tal punto que ni siquiera podrán mantenerse unidos.

Por el aire satisfecho del anciano y por la forma en que miraba a su alrededor en busca de apoyo a sus palabras, pude observar que estaba alardeando, de manera que dije algo que le hiciera continuar.

—¡Oh, señor Swales, no puede hablar en serio! Ciertamente todas las lápidas no pueden estar mal.

—¡Pamplinas! Puede que escasamente haya algunas que no estén mal, excepto en las que se pone demasiado bien a la gente; porque existen personas que piensan que un recipiente de bálsamo podría ser como el mar, si tan sólo fuera suyo. Todo eso no son sino mentiras. Escuche, usted vino aquí como una extraña y vio este atrio de iglesia.

Yo asentí porque creí que lo mejor sería hacer eso. Sabía que algo tenía que ver con el templo.

El hombre continuó:

—Y a usted le consta que todas esas lápidas pertenecen a personas que han sido sepultadas aquí, ¿no es verdad?

Volví a asentir.

—Entonces, es ahí justamente en donde aparece la mentira. Escuche, hay veintenas de tales sitios de reposo que son tumbas tan antiguas como el cajón del viejo Dun del viernes por la noche —le dio un codazo a uno de sus amigos y todos rieron—. ¡Santo Dios! ¿Y cómo podrían ser otra cosa? Mire esa, la que está en la última parte del cementerio, ¡léala!

Fui hasta ella, y leí:

—Edward Spencelagh, contramaestre, asesinado por los piratas en las afueras de la costa de Andres, abril de 1845, a la edad de 30 años.

Cuando regresé, el señor Swales continuó:

—Me pregunto, ¿quién lo trajo a sepultar aquí? ¡Asesinado en las afueras de la costa de Andres! ¡Y a ustedes les consta que su cuerpo reposa ahí!. Yo podría enumerarles una docena cuyos huesos yacen en los mares de Groenlandia, al norte —y señaló en esa dirección—, o a donde hayan sido arrastrados por las corrientes. Sus lápidas están alrededor de ustedes, y con sus ojos jóvenes pueden leer desde aquí las mentiras que hay entre líneas. Respecto a este Braithwaite Lowrey..., yo conocí a su padre, éste se perdió en el Lively en las afueras de Groenlandia el año veinte; y a Andrew Woodhouse, ahogado en el mismo mar en 1777; y a John Paxton, que se ahogó cerca del cabo Farewell un año más tarde, y al viejo John Rawlings,  cuyo abuelo navegó conmigo y que se ahogó en el golfo de Finlandia en el año cincuenta. ¿Creen ustedes que todos estos hombres tienen que apresurarse a ir a Whitby cuando la trompeta suene? ¡Mucho lo dudo! Les aseguro que para cuando llegaran aquí estarían chocando y sacudiéndose unos con otros en una forma que parecería una pelea sobre el hielo, como en los viejos tiempos en que nos enfrentábamos unos a otros desde el amanecer hasta el anochecer y tratando de curar nuestras heridas a la luz de la aurora boreal.

Evidentemente, esto era una broma del lugar, porque el anciano rió al hablar y sus amigos le festejaron de muy buena gana.

—Pero —dije—, seguramente no es esto del todo correcto porque usted parte del supuesto de que toda la pobre gente, o sus espíritus, tendrán que llevar consigo sus lápidas en el Día del Juicio. ¿Cree usted que eso será realmente necesario?

—Bueno, ¿para qué otra cosa pueden ser esas lápidas? ¡Contésteme eso, querida!

"Drácula, Capítulo VI, Diario de Mina Murray"

¿Os cuento un secreto? Creo que Bram Stoker estuvo alguna vez en  el cementerio de mi pueblo. O que alguien leyó este fragmento de Drácula y se lo tomó demasiado en serio.



Noticia de última hora: "I'm flipping in colors".

¿Os imagináis a Keli e Ysabell como "Princesas Disney"? ¿Y a ÉL cantando? ¿Incluirán en el reparto a la Muerte de las Ratas como mascota simpática (aunque en realidad el personaje no aparezca hasta "El Segador")? Y como detalle de curiosidad morbosa: en el doblaje español, ¿será ÉL o ELLA?

Y de esta noticia debería haberme enterado ayer, que hubiera sido más propio. ¿Qué opináis? ¿La incluyo en la lista de webs?

4 comentarios:

  1. Lo de Disney me lo tomo como un rumor sin más: lo añoñados que están ahora, y que todavía se estén recuperando de aquel Taron y el caldero Mágico de los ochenta, hace que Terry Pratchett esté bastante alejado de lo que cualquiera se espera de Disney (además, según las últimas miniseries la Muerte no solo es un Él, sino que es Christopher Lee).

    El diccionario funerario tampoco es tan raro: la feria de Funergal que organizan por aquí cada dos o tres años tiene bastante afluencia: ¡es el único sector que no quiebra por crisis!

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  2. Me da lo mismo lo de Mort: hace ya mucho que no toco las producciones Disney porque me harta la moralina y el modelo de construcción que tienen. Me resulta insoportable lo pueriles que resultan.

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  3. Illuminatus: Pues a mí no me da lo mismo, precisamente por lo que dices. No puedo imaginarme nada más anti-Disney que Mundodisco, y si hablamos ya de la serie de la Muerte, la cosa da "repeluco". Es que imagino a Arthur y la Muerte de las Ratas cantando algo parecido a "Be our guest" y me da algo... Si se hubiera hablado de Pixar o Dreamworks estaría aplaudiendo con las orejas (aunque teniendo en cuenta que Dreamworks lleva como diez años hablando de adaptar los Gnomos... Igual ahora que se han cansado de Shreck les da por ponerse a ello).
    Renaissance, en la versión original de los libros, la Muerte siempre ha sido ÉL, lo de traducirlo como "ella" fue una muestra de que nadie de la editorial se había leído los siguientes libros XD. No creo que Disney llegue a contratar a Don Christopher para el doblaje, pero eso dificultaría mucho que le pusieran voz de chica en el doblaje español. ¿Alguien más está pensando "Constantino Romero"?
    ¿De verdad "Taron" es tan mala? Porque yo he leído los libros en los que se basa y me encantan...

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  4. Que va, Taron y el caldero mágico es muy buena, pero resultó demasiado macabra para Disney, que ya de aquellas estaba siendo conocido por su ñoñería, y la tiene como su pequeña vergüenza (eso dí, de culto. Igual que El dragón del lago de fuego).

    Yo me leí los tres primeros libros en Martinez Roca y me gustaron más que la adapción por lo de siempre: no se puede contar en hora y media una saga. Aunque tengo que reconocerle que El Rey con Cuernos de la película es una pasada ¡¡Un esqueleto siniestro!! (hm..a dia de hoy, me aventuraría a decir que es un Liche).

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