Hace más de un mes que no os cae una entrada sobre lo que he leído, así que ya va tocando:
Como ya dije la última vez, cogí "La muerte llega a Pemberley", de PD James con bastantes ganas. Me gustó bastante "Hijos de los hombres", de la misma autora, y el epílogo de sus memorias es una conferencia que dio en una especie de club de fans de Jane Austen analizando "Emma" como si se tratase de una novela policíaca, que me hizo mucha gracia. Pero esta novela ha resultado un chasco. Ni rastro del carácter original de los personajes, y la solución del asesinato, que a otros lectores les pareció previsible, a mi me pareció sacada de la manga. Además, no sé si se entenderá lo que digo, pero a la autora no se la veía muy cómoda en un mundo que no es el suyo. Penita...

La Casa en el confín de la Tierra, de William Hope Hogdson fue otra pequeña decepción. No empieza mal, con todo ese ambiente ominoso, el misterioso manuscrito y demás, pero Hogdson comete un error: nos enseña a los monstruos. Y al pobre narrador le dan mucho miedo y mucho asco, pero a mi me dieron mucha risa. Lo sé, lo sé, soy una zorra insensible... Pero cuando ya me pareció que la cosa no tenía pies ni cabeza es en la parte "astronómica", cuando el narrador se pasa como cien páginas contándonos un viaje que parece el final de "2001". Bueno, al menos el autor no pone los adjetivos de dos en dos...

¡Por fin una historia que estuvo a la altura! De
Nahguib Mahfouz ya había leído "La maldición de Ra" (que forma junto con esta y "Radopis la cortesana" una especie de trilogía sobre el antiguo Egipto) y "Un señor muy respetable", que cuenta la vida de un funcionario bastante memo en el Egipto actual (bueno, "actual" cuando la escribió, claro). Bueno, pues
La batalla de Tebas es un libro maravilloso, narrado como si fuera un poema antiguo, con sencillez, sin héroes que se dedican a darle vueltas a la cabeza durante páginas sobre lo desgraciados que son, y que se cierra con un "¿Yatá?". Muy recomedable.

Ya os dije una vez que adoro a este hombre. Aunque el muy pedazo de cabrón me haga sentir cariño por alguien como Bernie, que por más que intente que le perdonemos su pasado, no deja de ser un criminal de guerra con todas las letras. El argumento de
Praga Mortal en si es un homenaje en toda regla a Agatha Christie, aunque a Kerr se le da mejor construir personajes que a milady. Escalofriante el epílogo, donde te explican qué fue de todos los personajes reales que salen en el libro. Por cierto, se nota que este libro es el que iba a llamarse
The man with de iron heart, aunque solo sea por las veces que repiten la expresión.

El Kalevala, de un tal señor anónimo. El señor anónimo es en realidad el pueblo de Finlandia, y esto es su Gran Obra Nacional. En realidad no es tanto un poema que cuenta una historia de principio a
fin, sino una colección de poemas autoconclusivos con personajes
recurrentes, unos mejores que otros. La traducción que he leído era en lo que podríamos llamar
"prosa poética", no sé si alguien se habrá atrevido a traducirlo en
verso. No puedo resistirme a copiaros un fragmento de la historia de Kullervo hijo de Kalervo, y al que no le suene, le quito el carnet de friki con efectos retroactivos:
Kullervo hijo de Kalervo desenvainó su espada de agudos filos, la contempló un largo espacio dándole vueltas entre sus manos y le preguntó si no tendría placer en comer la carne del hombre cargado de infamia, en beber la sangre del criminal.
La espada comprendió la pregunta, presintió el destino del hombre, y respondió: "¿Por qué no habría yo de comer de buena gana la carne del hombre cargado de infamia? ¿Por qué no habría de beber con placer la sangre del criminal? ¡Tantas veces he comido carne de inocente! ¡Tantas veces he bebido la sangre de hombres sin culpa!"
Entonces Kullervo hijo de Kalervo, el mancebo de las calzas azules, clavó en tierra su espada por la empuñadura y se arrojó sobre ella enterrándola profundamente en su pecho.
Tal fue el momento supremo, tal fue el cruel destino de Kullervo, la muerte del hijo de la Desdicha.

Las mil y una noches (tomo primero), de un montón de señores y señoras anónimos que no tenían tele . Supongo que la historia es bastante conocida: el Sultán descubre que su esposa le pone los cuernos, se apunta al tópico internauta de "t*d*s p*t*s" y decide casarse con una virgen cada día y matarla al amanecer del siguiente. Lo que nunca termino de entender es por qué demonios tiene que casarse, supongo que será "menos pecado" matar a una esposa que a un rollete de una noche. Scherezada, la hija del visir, que además de estar buenorra es muy lista, se las apaña para tenerle tres años entretenido a base de "cliffhangers" hasta que se olvida de que tenía que matarla y acaba renunciando a decapitar a todas las mujeres.
De pequeña me compraron la versión de Galland, que es la más light de las traducciones. Hasta muchos años después, cuando conseguí de oferta una versión en cuatro tomos, no entendí la cara de susto de mi profe de literatura de segundo de BUP cuando dije en clase que había leído este libro. La versión que viene en mi lector electrónico tiene seis tomos, y ya me he encontrado con un par de cuentos que no salían en ninguna de las que ya había leído. Según Borges, hay un momento en el que a Scherezada se le va la olla y comienza a contarle al Sultán su propia historia. Ya os lo contaré cuando llegue a ese tomo.
Por cierto, le he escrito un final alternativo:
"... Y así, Oh, Comendador de los Creyentes, es como termina Danza de Dragones. ¡Pero Alá es más sabio! -dijo Scherezade.
-¡Oh, dulce hermana! ¿Por qué no comienzas ahora a contarnos al Sultán y a mi "Vientos de Invierno"?
-Es que... aún no está escrito.
-¿Cómo que no está escrito? -dijo el Sultán- ¿Y cuándo lo estará?
-Pues dentro de dos o tres años...
-¿Voy a tener que esperar dos o tres años? ¡Maldita hija bastarda de una
hiena sarnosa y un chacal putrefacto! ¡Ahora mismo voy a mandar que te
corten la cabeza!
-¡No, por piedad, oh sabio soberano!
Pero el sultán ya había llamado al verdugo.
-¡Que Alá te maldiga, George RR Martin!
Y así fue como terminó el último cuento de Scherezade. ¡Pero Alá es más sabio!

Noches de baile en el infierno, por toda esa gente que veis en la portada. También se podría subtitular "La curiosidad mató de aburrimiento al gato". Lo puedo resumir en una palabra: ¡Puaj! (ahora entiendo por qué no sirvo para leer cosas poco respetables). ¿Lo peor del libro? Que en lugar de relatos, parecen primeros capítulos de novelas. No, señoras, los relatos han de tener una entidad propia por si mismos, no darte la impresión de ser un "piloto".
Y además, se pueden leer perlas como esta:
-¿Cómo te llamas? - preguntó ella con voz sibilante.
-Gabe... Gabriel Michael Christensen.
Con un par, señora Meyer... A eso le llamo yo una sutil y poco clara indirecta...
Continuará...