Escenario: una calle cualquiera de Castellón.
Condesamiga: Oye, a ver qué cuentas en tu blog, ¿eh?
Condesadedia (haciéndose la inocente): No, si en mi blog yo solo cuelgo cuentos y cosas de esas (las historias comprometedoras las guardo para mis memorias ¡mwahahaha!)
Escenario: algún lugar en la comarca del Alcalatén. Sendero de jabalíes. Pinos, zarzas y espinos por todas partes, hierbajos más altos que muchos jugadores de baloncesto.
Condesadedia: ¿Seguro que aquí no hay dinosaurios?
Señorpadre: ¡Todos los caminos conducen a Roma!
Condesadedia: ¡Pero en tiempos de Augusto estaban limpios!
Condesamiga: Oye, a ver qué cuentas en tu blog, ¿eh?
Condesadedia (haciéndose la inocente): No, si en mi blog yo solo cuelgo cuentos y cosas de esas (las historias comprometedoras las guardo para mis memorias ¡mwahahaha!)
Escenario: algún lugar en la comarca del Alcalatén. Sendero de jabalíes. Pinos, zarzas y espinos por todas partes, hierbajos más altos que muchos jugadores de baloncesto.
Condesadedia: ¿Seguro que aquí no hay dinosaurios?
Señorpadre: ¡Todos los caminos conducen a Roma!
Condesadedia: ¡Pero en tiempos de Augusto estaban limpios!
Un poco más tarde:
Señorpadre: ¡Quítame este bicho del brazo!
Condesadedia: Solo es una hormiga.
Señorpadre: ¡Me está mordiendo! ¿Qué haces cogiéndola con dos deditos? ¡Mátala!
Condesadedia: ¡Tengo principios!
Señorpadre: ¿Que tienes qué?
Algo más tarde:
Señorpadre: ¿Se puede saber qué haces con el teléfono?
Condesadedia: Comprobar si hay cobertura por si tenemos que pedir socorro.
Señorpadre: ¡Pero si estamos al lado del camino!
Para preocupados por mi salud: sí, sobreviví al paseo campestre de los domingos. Y la hormiga también.
Señorpadre: ¡Quítame este bicho del brazo!
Condesadedia: Solo es una hormiga.
Señorpadre: ¡Me está mordiendo! ¿Qué haces cogiéndola con dos deditos? ¡Mátala!
Condesadedia: ¡Tengo principios!
Señorpadre: ¿Que tienes qué?
Algo más tarde:
Señorpadre: ¿Se puede saber qué haces con el teléfono?
Condesadedia: Comprobar si hay cobertura por si tenemos que pedir socorro.
Señorpadre: ¡Pero si estamos al lado del camino!
Para preocupados por mi salud: sí, sobreviví al paseo campestre de los domingos. Y la hormiga también.
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