lunes, 10 de junio de 2013

A veces me parece que tengo suerte... o algo.

No sé si recordaréis que hace año y medio estuve bastante ocupadilla.

Pues resulta que hoy tenía que acompañar a Señorpadre al endoncrino para que mirase cómo estaba y demás. Como la cita era a las once y media, me tomé el día libre en el trabajo (este año que solo tengo cuatro, ya me he gastado tres, mientras que otros años que tenía el doble me los tuve que gastar todos al final del año, en fin, Murphy es así). Y ayer, al ir a preparar los papeles que debía llevar al médico, resulta que descubro que nos habíamos olvidado de que hace un mes Señorpadre debería haberse hecho unos análisis para ver cómo tenía las catecolaminas y demás aminas que tuviera circulando por el cuerpo.

Horror. Terror. Pavor. Acongojadita me hallaba.

En fin, iría a la consulta, pondría cara de pena, "es que soy muy viejita y ya se me olvidan las cosas", y a ver qué pasaba.

Vamos al hospital esta mañana. Encontramos aparcamiento a la primera (¡milagro!) paso el código de barras de la carta de citación por el aparato de dar número. ¡Funciona! (otro milagro). Entramos y nos sentamos "cómodamente" (ejem) en la sala de espera, mirando a la tele donde salen los numeritos para entrar a consulta.

No habíamos calentado aún el asiento cuando nos han llamado. Y eso que era media hora antes de la cita. Entramos, nos sentamos, el médico mira el ordenador...

-Bueno, no te hiciste la analítica que te mandamos - Glups - Pero no importa, porque aquí tengo las que te ha estado haciendo tu médico de cabecera y tienes los niveles de todo bien. ¡Te damos el alta! Adiós, ha sido un placer.

Y para esto tanto susto que yo llevaba. Bueno, al menos ya nos hemos librado de otra.

Pero... aún me sobraba media mañana. Así que Señorpadre y yo hemos ido al banco, porque después de una de las tropecientas fusiones y absorciones que se están haciendo ahora, ya no me valía la tarjeta para la banca electrónica. Como tienen que acostumbrarse a un programa nuevo, la chica se ha hecho un poco de lío, pero al fin he salido de allí con mi flamante nueva tarjeta de claves que debo defender con mi vida. Como mínimo.

Y luego, como aún no era hora de volver a casa, hemos pasado a ver a mi tía, y a que Señorpadre tonteara un poco con esta preciosidad:






Y aquí ha venido la segunda sorpresa del día, porque Señorpadre le ha preguntado a mi tía si estos bichitos sueltan mucho pelo, porque oye, le apetece tener uno...

¡Y yo llevo dos semanas buscando bretones en las páginas web de las protectoras! ¿No es para darle una colleja? En fin, que posiblemente el dueño de la madre de esta perrita tenga alguno disponible, o conozca a alguien que conozca a alguien... Ya os contaré si finalmente acabo metiendo en casa a una bestia sanguinaria y asesina un ratonero valenciano.

Hmmmm... ¿Creéis que podría convencer a Señorpadre para que tuviéramos una de estas babosas fosforito?

1 comentario:

  1. Condesa! Ando nominando gente al premio “ONE LOVELY BLOG AWARD”!
    Es un reconocimiento entre blogueros, y me ha parecido genial poder nominar a tu blog(aunque la misma nominación es un premio).
    Saludos espero que te interese, aquí está la información para participar:
    http://deliriosdeladama.blogspot.com/2013/06/one-lovely-blog-award.html

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