miércoles, 8 de mayo de 2013

Breve entrada quejica.

Por fin, después de pasar un mes de abril más frío que el de enero, ha llegado la primavera en serio. Esta mañana a las siete estábamos a veintiún grados, así que al levantarme, he hecho mi comprobación térmica habitual (sacar el brazo por la ventana) y he decidido ponerme por fin un vestido de manga corta.

Sin medias.

Todavía no he cambiado de sitio mis zapatos de verano, así que he buceado bajo la cama, y he encontrado unas "zapatillas de caminar" presuntamente de verano. Me las he puesto y... ¡a caminar!

De eso hace unas seis horas. Y ahora solo puedo decir:

¡¡¡AAAAAY!!!

¡Quiero quitarme las zapatillas! ¡No, mejor aún! ¡Quiero arrancarme los pies!

Esta tarde, cojeando cojeando, voy a tener que ir a comprarme unas alpargatas...



Y encima, he acabado fotografiando mis pies, como una maldita hipster. Acabo de perder el poco respeto que me quedaba por mí misma.

1 comentario:

  1. Pues qué lindo estaba tu calzado! Lástima que no sea tan cómodo como se lo ve...

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