lunes, 12 de noviembre de 2012

Llega la Navidad, y...

Cada vez más pronto, qué pesaditos (¿os podéis creer que el dos de noviembre ya había un abeto con bolas y espumillón en Cierto Conocido Centro Comercial?). Pero, aunque eso también da para entrada, voy a hablaros de otro tema.

Como iba diciendo, llega la Navidad, y tal vez estés pensando en qué regalo hacer a tu hijo, sobrino, o hijo de amigo con el que tienes confianza. Y tal vez hayas creído ver el regalo ideal en una tienda a la entrada de unos grandes almacenes.


En efecto, me refiero a ese precioso ejemplar de "canis lupus familiaris" de tres meses que te mira con ojitos tiernos desde detrás del cristal, o juega con su compañero de jaula, o duerme boca arriba de una forma que te hace dudar de si está vivo o muerto.

Desde luego, al niño le va a encantar. La inmensa mayoría de los niños adoran a los cachorritos. Pero antes de sacar los quinientos euros, piensa un poco y hazte las siguientes preguntas:

1. ¿Toda la familia quiere perro? Por más que le quiera el niño, si el resto de la familia no le quiere, es muy probable que el próximo verano tu precioso regalo de navidad termine "olvidado" en una gasolinera como un Fran Perea cualquiera. Y no, no vale lo de "ya se encariñarán con él". A muchas personas no les gustan los animales, y no está bien obligarles a asumir esa responsabilidad. Punto. 

2. ¿Para qué quiero un perro? No es lo mismo un perro para cazar, para guardar la casa o para asistir a un enfermo. Si lo quieres para algo específico, infórmate sobre qué raza te conviene. Si todo lo que quieres es un animal de compañía, plantéate visitar una protectora y adoptar un mestizo. Tiene muchas ventajas. Prácticamente las únicas ventajas que le veo yo a un animal de raza son la selección que le ha llevado a especializarse en ciertas labores, y el tener un "estandard" que te hace ir a lo seguro en cuanto a peso, pelaje y tamaño. Esto último tiene una fácil solución: adopta un adulto. Si te empeñas en un cachorro, hay un truco casero, aunque puede fallar: fíjate en sus patas. Cuanto más gordas sean, mayor será el tamaño del bicho cuando crezca. No es efectivo cien por cien, pero ahí lo dejo.

3. ¿Dónde va a vivir? Un perro grande necesita más espacio que uno pequeño. Si no tienes un enorme jardín, olvídate de esa preciosidad de cincuenta kilos y busca algo que no se sienta asfixiado en tu cuchitril solución habitacional de 30 metros cuadrados.

4. ¿Tengo tiempo para él? Un animal necesita algo más que agua y comida. Necesita ejercicio, atención veterinaria, compañía y juegos. Si trabajas doce horas diarias y llegas a casa medio muerto y harto de todo, plantéate mejor tener un canario.

5. ¿Cuánta importancia le doy a la limpieza de casa? Si quieres tener un perro en casa, es IMPRESCINDIBLE tener también un buen aspirador. Y resignarte a que, por más que limpies, nunca volverás a vivir en un anuncio de Don Limpio. Porque esos bichos, en mayor o menor medida, sueltan pelo. Y huelen.

6. ¿Tengo un buen seguro de responsabilidad civil? Puede que por fuera tengas esto:


Pero por dentro, sigue siendo esto:


Los perros dan varias vueltas a su cama antes de acostarse del todo, se revuelcan en el suelo para disimular su olor natural, se comen todo lo que encuentran tengan hambre o no porque hay que aprovechar las oportunidades, aúllan cuando se sienten solos y, lo más importante, pueden llegar a morder cuando se sienten en peligro y creen que deben defenderse. O cuando creen que su dueño está en peligro y deben defenderle. Y aunque no es lo mismo un mordisco de mastín que de chihuahua, la persona ofendida te puede demandar por ambos. Así que procura estar bien asegurado. Y no vale como excusa "mi perro es muy bueno". Mi Gea también era muy buena (dejaba que le quitáramos los cachorritos para jugar con ellos sin ni siquiera una mala mirada) y un día casi le arranca la nariz a mi primo de un mordisco porque el muy inconsciente estaba haciendo el pino en el sofá a su lado (le anduvo por un milímetro). Además, hay muchas otras formas en las que un perro puede hacer daño además de morder: tropezones con la correa, arrancar las flores del jardín de tu vecino intentando enterrar la comida...

7. ¿Cómo ando de paciencia? Los perros son animales inteligentes, si se entiende como inteligencia la capacidad de aprender cosas (naturalmente, un perro nunca llegará a resolver la cuadratura del círculo, eso se lo dejamos a los auténticos genios de las matemáticas). Pero si no te molestas en enseñarle unas mínimas nociones de buenos modales, no las aprenderá solo. Y desde luego, no las va a aprender en un día, así que vas a tener que pasar mucho tiempo con él enseñándole a comportarse. Y tu dulce cachorrito va a hacer muchas trastadas en casa (prepárate a despedirte de tus zapatillas favoritas, es lo primero que destruyen).

8. ¿Soy muy depresivo? Asúmelo, tu perro va a morir antes que tú. El récord de longevidad canina está en unos veinte años. La media de vida de un humano en un país desarrollado, salvo accidente o enfermedad incurable, en unos ochenta. ¿Te compensa pasarte una semana llorando por la muerte de tu perro?

Si a pesar de todas estas cosas estás decidido a tener un perro, enhorabuena, vas a tener un amigo para toda la vida. Te va a querer aunque seas Quasimodo o Jack el Destripador.

Si no, ¡mira, una tienda de peluches! Todos los niños se pirran por un peluche:





Por cierto, la respuesta a la última pregunta es sí.

8 comentarios:

  1. El tema de las razas específicas nunca lo vi muy claro si no es para cosas específicas como los aficionados a la caza. Algunas, como los bulldog franceses, tienen problemas de base como tendencia a vomitar debido a la estructura de su mandíbula (no mastican bien). A menudo estos cruces para obtener características específicas no funcionan ¿Es que no aprendimos nada después de varios siglos de gobierno con los Austrias? Para tener un perro como compañero, soy partidaria de la adopción, y no de calzarse 500 euros en un pedigrí.

    (Obviamente, sigo siendo partidaria de los gatos. Una especie que ha conseguido domesticar a la humanidad se merece todo mi respeto y aprobación)

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    1. A eso me refiero: todos los perros tienen el instinto depredador, o el instinto territorial, pero hay razas que han sido seleccionados especialmente para encauzarlo de una determinada manera. Pero para tener un animal de compañía no hace falta tanta pejiguería, que no son un par de zapatos.

      Y los criadores deberían replantearse lo que están haciendo con los bulldog y con los pastores alemanes, porque tiene telita las monstruosidades que están creando.

      Obviamente, si no he escrito sobre gatos no es porque no me gusten, sino porque nunca he tenido uno y sé muy poco de ellos más allá de los cuatro tópicos habituales.

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  2. Yo amo los perros, pero si dan tanto problema, mejor consigan un gato. Son más limpios, más independientes, y a veces salen más listos que los humanos. Además con el gato no existe el esnobismo de las razas y pedigris. Todo gato nace más noble que un Targaryen.

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    1. Es que esa es la idea. La gente se compra un perro como el que se compra uno bolso que vaya a juego con los zapatos, y luego se encuentra con todas las responsabilidades que tiene el tener un bicho a cargo. Hay que estar muy seguro de que lo quieres y que vas a responsabilizarte de él.

      Ahora que lo miro, creo que la entrada parece muy anti-perro. En realidad es todo lo contrario, es más que nada una llamada a la responsabilidad, que no me gusta nada lo que veo demasiadas veces en la carretera.

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    2. Lo sé, sé que eres amiga de las mascotas, pero lo del gato va para la gente que quiere un animalito y en realidad no está preparada para atender sus necesidades. Un gato siempre se las arregla mejor que un perro incluso cuando algun desalmado lo expulsa de su hogar.

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    3. Es verdad que los gatos son más independientes en el sentido de que al no ser animales que formen manadas no necesitan tanta compañía, pero también tienen sus necesidades específicas, y en lo de que se las arreglan mejor cuando les abandonan, me parece que también hay mucha mitología. En las carreteras he visto más gatos atropellados que perros.

      Pero una cosa hay que dejar clara: antes de adquirir (de la forma que sea) un animal, hay que estar informado de sus necesidades y tener claro que si no se puede asumir esa responsabilidad, es mejor comprarse un peluche.

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    4. Nooo, por supuesto que debería haber más conciencia y hasta una ley que impida a la gente irresponsable tener mascotas (y tal vez hijos, pero ya eso es más complicado)

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  3. ADoro los perros!!! Tendría uno si no viviera en un piso tirando a no muy grande... he tenido perros (ya hace años) y lloré como una magdalena cuando pensaba que les había pasado algo, y cuando murieron. Es una responsabilidad muy grande, y todas esas preguntas y cuestiones que planteas deberían hacérselas los tontolabas que le compran un perro al crío de turno como regalo. Luego pasa lo que pasa. :(
    Y sí, los gatos requieren menos cuidados, pero también los necesitan. Yo estoy muy en contra de regalar seres vivos, y es más, mi gato lo he adoptado y si quisiera perro también lo haría.

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