lunes, 12 de septiembre de 2016

Tiempos modenn-nos

Capítulo Primero.

Hace mucho, mucho tiempo, me robaron una bici.

Naturalmente, fui a la policía. No os equivoquéis, no es que pretendiera que todo el cuerpo se movilizara en plan CSI para buscar una vieja bici de paseo plegable. Era más un "si os la encontráis por la calle, que sepáis que es mía".

El policía que me atendió tenía un enorme ordenador encima de la mesa. Era a principios de los noventa, así que era uno de esos cacharros con el monitor tipo tele. El logo de "güindous" daba vueltas hipnóticamente en la pantalla.

Más o menos así.

El policía sacó su Olivetti, puso dos hojas de papel con una de calco entre las dos y tecleando metódicamente con los dos dedos índice, me tomó la declaración.

Capítulo segundo

Hace unos ocho o nueve años, Castellón decidió por fin implantar el DNI electrónico que ya se venía haciendo en casi toda España. Tras dos días de curso intensivo (o sea, dos chicas de Madrid que vinieron a enseñarnos y que además venían con las uñas preparadas por si alguno de nosotros cometía la inmensa maldad de decirles una palabra en "nuestro dialecto" en lugar de hablarles en "el idioma del Imperio") se consideró que ya estábamos lo bastante preparados para comenzar.

El primer día, llovió. Hubo una avería en la red, e Internet estuvo desaparecido en combate casi toda la mañana. No hubo forma de hacer más de tres o cuatro carnets ese día, para comprensible cabreo de los ciudadanos, recochineo de la prensa local y agobio de los trabajadores de la Oficina de Documentación.

Durante cuatro meses, aguantamos caídas del servidor, cortes de luz, fallos en el aire acondicionado, problemas con el servicio de cita previa... la Alta Tecnología en todo su esplendor. Me han dicho que ahora mismo, el servicio funciona relativamente bien, el Gran Om (cuernos sagrados) sea loado. Espero que los operadores del servicio de Cita Previa ya se hayan enterado de que Castellón no es un pueblo de Castilla La Mancha.

Capítulo tercero

El Gobierno español ha decidido ser moderno. Y preocuparse por el medio ambiente (¿o era por el ambiente entero?). ¡El papel va a desaparecer de la Administración Pública! ¡Albricias! ¡Todo va a gestionarse electrónicamente! Administraciones locales, tenéis hasta octubre de 2016 para implantarlo.

Mi Ayuntamiento se puso a ello en junio de 2016. Comenzaron por los registros de entrada y salida.

En julio, con media plantilla de vacaciones, vino una chica a explicarnos lo maravilloso que es el programa Gestiona y cómo funciona y las posibilidades que tiene...

Una mañana, explicó las maravillas del programa en general. La mañana siguiente, las maravillas del programa de órganos colegiados. Y prometió volver en septiembre para explicar el resto.

Solo dos Ayuntamientos en este santo país tienen la aplicación de órganos colegiados de Gestiona. Ibiza y el mío. Somos algo así como beta-testers. O como yo prefiero decir...

¡Hola, soy una auxiliar interina de la Administración Local y estoy muy loca!

Bien, el programa es tan- tan nuevo y moderno que ni la encargada de enseñarnos como funciona sabía cómo hacerlo. Hemos tenido que aprenderlo todo sobre la marcha, improvisando, cagándola, y buscando atajos para hacer cosas que en realidad son muy fáciles... si te enseñan cómo.

Pero el problema es que instalar un programa en un ordenador es fácil, pero instalarlo dentro de la cabeza del usuario no tanto. Hay personas en este ayuntamiento que son como el policía del primer capítulo. Ya les costó bastante pasar de la Olivetti Línea 98 al ordenador, como para ahora hacerles pasar de los expedientes "reales" (las carpetillas de cartulina de colores), a los expedientes "virtuales", que ni siquiera están en su propio ordenador sino en una éterea nube.

Nunca te olvidaremos. Snif.

Cuesta cambiar radicalmente la forma de trabajar. Cuesta deshacerse de las pequeñas trampas tipo: "ahora no podemos redactar el informe, ya lo haremos el día de la reunión". O "mierda, he cometido un error y me he dado cuenta después de firmar, rompo el documento y hacemos uno nuevo". Cuesta quitarse de encima el estilo de trabajo ibérico y convertirnos en malditos alemanes.

Falta preparación, falta tomarse la molestia de probar si las cosas funcionan, y cómo lo hacen, antes de obligar a implantarlas en todo un país. Se necesitan más de cuatro días para conseguir que a una persona se le borren de la cabeza cuarenta años de experiencia y comience a pensar de una manera completamente nueva. Y los ciudadanos no tienen tanta paciencia.

Porque esa es otra: los ciudadanos. A partir del uno de octubre, va a entrar en vigor la sede electrónica. Los sábados dejarán de ser días hábiles para presentar instancias (tampoco es que viniera tanta gente), pero eso no es lo peor. En un país donde la Internet "urbana" va como el culo, y la rural no llega ni a eso, decidle a una señora que tiene que tener un certificado digital (o más marciano aún, un DNI electrónico) para quejarse a su ayuntamiento de que del solar de su vecino salen ratas como conejos.

En fin, que no sé si este plan de convertirnos en alemanes por narices va a funcionar, pero mirémoslo por el lado bueno: seguro que en el proceso surgen muchas anécdotas que podré contaros. De momento, ya he tenido un par de encontronazos con políticos.

2 comentarios:

  1. Sí, en papel (digital, claro), la idea de la administración electrónica queda muy bonita y muy eficiente, pero no me parece que con formación de menos de una semana se pueda actualizar a un personal que ha debido pasar por varios sistemas en solo 15 años. En cuanto a los ciudadanos, bueno...en los ayuntamientos donde la población está muy envejecida no sé cómo harán para insistirles en que empleen las sedes electrónicas y similares.
    Esto todo casi me pilla de nuevas: en octubre empiezo como funcionaria en prácticas y espero que se tomen su tiempo en enseñarnos a los alevines como funciona todo. O que no les de por cambiarlo a los pocos meses XD.

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    1. En mi experiencia, el "adiestramiento" de un alevín consiste en que tu compañero con más experiencia te enseña más o menos cómo es el procedimiento y luego pides socorro cada vez que crees haber metido la pata. El trabajo diario está lleno de cosas extrañas que nunca se les ocurren a los que redactan los temarios. Por más años de experiencia que tengas, siempre habrá alguien que te pregunte algo de lo que no tienes ni idea XDD.

      El problema como siempre, es que se espera al último momento para implantar las cosas, que hay poco personal capacitado para enseñar y que luego todo son prisas. Vamos, el estilo español de toda la vida.

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