martes, 22 de abril de 2014

Es que me ponen de los nervios

Solo a mi se me ocurre pasarme el viernes festivo limpiando las ventanas de casa, y los cristales del cerramiento de la terraza. Llevo doliéndome de las agujetas desde entonces (AY).

Naturalmente, el sábado por la noche hubo tormenta. Unos cuantos rayos y truenos, unas cuantas gotitas de agua y mi trabajo estropeado. Pues hala, para lo que queda de tener la terraza cerrada, no voy a volver a limpiar esos cristales hasta septiembre.

Pero no quería hablaros exactamente de eso. Las Leyes de Murphy hace años que las tengo asumidas, y de todas formas las ventanas de la cocina estaban llenas de mierda y yo quería estrenar el aparatito limpiaventanas, que es una monada.

El caso es que mis agujetas, Señorpadre, el Keko y yo cumplimos con la tradición familiar de pasar el domingo y el lunes de Pascua con mis tíos y el Matrimonio Malrollero. Para colmo, este año mi prima tenía guardia en su trabajo y mi primo plan con sus amigos, así que yo era la más joven de la reunión (perros excluidos).

Matrimonio Malrollero son una pareja de amigos de toda la vida. Ella era compañera de escuela de mi tía, él, amigo de la infancia (de esos que son amigos porque sus padres ya lo eran), y trabajó un montón de años con Señorpadre.

Pasar un día con ellos es como ver un capítulo de "Escenas de matrimonio" pero en malo (y eso es ser muy malo). Deberían haberse divorciado en cuanto se legalizó, pero ella es muy religiosa, y él es muy "oh, cielos, qué dirá la gente", aunque luego no pare de quejarse a Señorpadre de que no la aguanta y de que un día se marchará. Pero no hay huevos, que el tener la cama hecha y la comida en la mesa todos los días es muy cómodo, y una esposa sigue saliendo más barata que una asistenta.

Pero si seguís juntos por las apariencias, llevad el asunto hasta el final. Vale que ella es de la Orden de las Parlanchinas de Santa Berilia, no porque hable mucho sino porque dice lo primero que se le pasa por la cabeza sin pensar si le puede molestar a alguien o no.

(Ejemplo real: Acabamos de terminar la paella. Señorpadre se mira el reloj.

-¡Huy, si solo son las cuatro! Normalmente empezamos a comer a estas horas.

Sra. Malrollera: - ¿Tan tarde?

Yo: - Es la hora a la que llego de trabajar.

Sra. Malrollera: - ¿Vosotros no trabajabais de ocho a tres?

Yo: - No, nos subieron la jornada laboral hasta las tres y media.

Sra. Malrollera: - Pues me parece muy bien, que los funcionarios sois todos unos vagos.

Vamos a ver, señora, ya sé que si su adorado PP decretara que todos los funcionarios tenemos que ser fusilados al amanecer, aplaudiría usted con las orejas. Aparte de su fanatismo político, como todo españolito se siente compensada por cada vez que ha hecho cola en una ventanilla y le han dicho que no le aceptaban el impreso porque le faltaba un sello, y que además ya era hora de cerrar. Porque como todo el mundo sabe, los empleados públicos no tenemos derecho a comer, dormir ni ver a nuestras familias.

¡Pero no me lo diga a la cara, cojones! ¡No se aproveche de que me enseñaron a respetar a las personas mayores y no puedo mandarla a la mierda o derramarle el sorbete de limón en la cabeza como estaba deseando hacer! Y no, no quiero que sea hipócrita, me vale con que se quede calladita.

Y además, tener que aguantar los dos días sus "indirectas" (con muchas comillas) sobre que ella era abuela y Señorpadre y mis tíos no. A mi me resbala porque no me gustaban los niños ni cuando yo era uno de ellos, y nunca he "visto" hijos en mi futuro, pero sé que a mi tía le molesta el asunto (Señorpadre sabe cómo pienso y nunca ha dado muestras de que le importe) y pasarse dos días restregándoselo, pues como que no).

Pero, como iba diciendo, si habéis decidido que vais a seguir juntos para que la gente no murmure y eso, llevadlo hasta el final y no os paséis la comida lanzándoos dardos envenenados el uno al otro. No pido que os la paséis dándoos besitos, pero un poco de respeto y buenos modales le daría mejor sabor a nuestra paella.

¿Es o no para ponerse de los nervios?

En la parte divertida del día, estuvieron Nana y Reina, que tenían celos del Keko en plan "nosotras la vimos primero, maldito chucho" y se pasaron la mañana trepando a mi regazo sin consideración alguna. Y el cansancio del pobre Keko al volver a casa, que después de pasarse el día en pie, persiguiendo a las dos perras y siguiéndome en busca de espárragos (con malísimos resultados, maldita sequía...), se dejó caer en su cestita y no levantó la cabeza hasta el día siguiente.

En fin, que aunque parezca mentira, a veces me entran ganas de ser vieja para poder saltarme todas las normas de buenos modales por la cara y ser grosera con la gente sin consecuencias.

Gracias, Dean.


2 comentarios:

  1. Solo por atreverse a llamar "vagos" a un colectivo profesional al que respeto, tienes mi bendición si en la próxima reunión pierdes los nervios y decides coronarla con la cacerola de la sopa.
    Sobre esa manía de lanzar dardos con todo lo relacionado con el abueleo y los niños...eh, al menos tu tienes una vida. Parece que ellos, no.

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    1. La gente solo considera "trabajo" el rato que estás haciendo atención al público, se cree que el resto de la jornada laboral nos estamos limando las uñas. En serio me dieron ganas de replicar algo así como "pues todas las marujas jubiladas se pasan el día viendo culebrones", a ver qué cara ponía...

      Y sobre el abueleo, era para oírla hablando de la continuidad del apellido y de las "ramas" de su familia. Ni la duquesa de Alba, "hoyga".

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