Un cuento para reírse un rato

Una amiga mía, por diversas razones que ahora no vienen al caso, se apuntó a hacer de cuenta cuentos en una biblioteca pública de la ciudad donde vive. Como no tiene internet en casa, quería contar algo "original" y los niños no querían "cuentos de princesas", su búsqueda de material era un poco complicada. Como se me quejó un par de veces, acabé captando la indirecta y le escribí lo que vais a leer si no huís enseguida de este blog. Lamentablemente, aunque a ella y a sus compañeros de trabajo les pareció muy divertido, no lo consideró apropiado para niños. No sé por qué... ¿Seguís ahí, lectores? Bueno, pues ahí va:

EL PATITO ESTÉTICAMENTE DESAGRADABLE PERO POLÍTICAMENTE CORRECTO

Hace mucho tiempo, en un estanque de un hermoso castillo que había sido construido con el dinero conseguido explotando vilmente al proletariado, pero que en aquellos tiempos era ya un museo para el disfrute universal del pueblo... Hace mucho tiempo, digo, en aquel estanque, Mamá Pata y Papá Pato, que habían decidido constituirse en pareja de hecho después de meditarlo mucho y llegar a la conclusión de que el matrimonio era un invento represivo del Estado opresor, tras acordar el mejor momento para que el hecho no interfiriera en la brillante carrera profesional de Mamá Pata, hicieron una puesta de huevos que incubaron igualitariamente, por riguroso turno, hasta que de él salieron cuatro hermosos patitos, y uno no tan hermoso.
Influenciados por la superficialidad que reina en la sociedad, que valora más el aspecto exterior que la belleza interior, los patitos más acordes a los cánones estéticos reinantes, se burlaban de su hermanito menos afortunado. El resto del estanque, con poco criterio, pues eran también víctimas de la sociedad superficial y ansiaban la aprobación de los patitos estéticamente aceptados y más populares, también le hacían “bullyng” al pobre patito, que iba por ahí muy deprimido y no se atrevía a contárselo a sus padres por si no le creían.
De modo que el patito, que como era menor de edad no disponía de fondos para pagarse un psicólogo ni un cirujano estético, decidió escaparse del lugar donde tan poco le apreciaban para encontrar otro menos frívolo donde su diferencia estética no importase.
Pero el patito terminó cansándose de buscar ese enclave imaginario, pues en todas partes gente malvada y políticamente incorrecta le llamaba feto malayo y cosas igualmente crueles. De modo que se retiró cual ermitaño en un lugar remoto y se dedicó a estudiar mucho para ser muy listo y no tener que depender de su belleza para vivir.
Y pasó el otoño, y el invierno, y llegó otra primavera, y entonces el patito fue a nadar y al ver su reflejo en el agua descubrió que se había convertido en (solo una respuesta es correcta):
a) El Ranger Walker
b) Dean Winchester
c) Un funcionario de la oficina del DNI
d) Un hermoso cisne.
Pero no regresó al estanque, ni siquiera para vengarse, porque los cisnes inteligentes y políticamente correctos no hacen esas cosas, y la venganza es más estéticamente desagradable que cualquier cría de cisne que no se ajusta a los cánones imperantes, sino que gracias a lo listo que era consiguió trabajo en Google, se hizo rico y creó una Fundación de Ayuda a los Patitos Estéticamente Fuera del Molde Que Los Demás Encuentran Desagradables.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

No seáis buenos.